Los hitos de este pueblo de Cantabria son infinitos. El espíritu ballenero aún se mantiene vivo en su animado puerto que cierra una bahía preciosa en la que la playa sigue siendo su protagonista. Después esperan sus edificios modernistas, desde uno de los pocos edificios de Gaudí ubicados fuera de Cataluña hasta el primer edificio en tener electricidad de España.