El holocausto nazi en Auschwitz, recordar para no repetir

El mayor campo de concentración del mundo es actualmente una de las visitas más emotivas y duras para el viajero,

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Entrada a Auschwitz I

La entrada principal a Auschwitz recibía a los prisioneros con el lema Arbeit macht frei (el trabajo te hace libre), un eslogan utilizado por el Gobierno de Weimar y rescatado por el régimen nazi.

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Pabellones de Auschwitz

En estos pabellones, o bloques, se encontraban algunas de las habitaciones donde vivían hacinados los prisioneros, los baños, la sala de castigo, celdas y el centro administrativo. En ellas también vivían algunas familias de las SS. Actualmente en ellos se encuentran las pertenencias de las víctimas, mobiliario y las fichas de algunos de los prisioneros.

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Entrada Birkenau

La entrada principal a Birkenau es una de las imágenes más reproducidas de Auschwitz. Era la más grande de los tres campos de concentración, ya que por ella entraban los trenes directamente con los prisioneros.

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Auschwitz-Birkenau

Birkenau fue construido justo un año después que Auschwitz, en 1941. Fue el segundo campo de concentración del complejo y también el más grande. Albergó hasta 100.000 presos y fue utilizado para los exterminios en masa.

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Una cárcel gigantesca

Todo el recinto estaba vallado para evitar que los presos pudiesen escapar. Algunos de ellos aprovecharon las descargas eléctricas para suicidarse.

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Ruinas de las cámaras de gas

En Birkenau había cuatro crematorios con cámara de gas que fueron destruidos por el régimen nazi antes de la llegada del ejército soviético, el 27 de enero de 1945.

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El muro de los fusilamientos

Este muro, donde fueron asesinados miles de prisioneros, se encuentra situado en Auschwitz I. Actualmente se encuentra tal y como lo dejó el régimen nazi, aunque en él en vez de cuerpos, pueden verse flores y velas.

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Auschwitz-Birkenau memorial

El memorial por el más de un millón de víctimas que perdieron la vida en Auschwitz se encuentra en Birkenau. En él se hace alusión a los prisioneros de todos los países.

Un escalofrío recorre todo el cuerpo al pasar por la puerta principal de Auschwitz I, el principal campo de concentración al que le prosiguieron otros tres hasta completar el complejo. El eslogan, que todavía se conserva de su puerta principal, Arbeit macht frei (el trabajo te hace libre), heredado del Gobierno de Weimar, poco tendría que ver con los sucesos que allí se vivieron desde su apertura en mayo de 1940, hasta su liberación el 27 de enero de 1945.



Auschwitz I sigue prácticamente igual que como se lo encontró el ejército soviético. Sus fríos pabellones de ladrillo visto son uno de los museos más importantes de la humanidad. Aquí la historia sigue viva, se siente, por lo que pocos son los viajeros que logran recorrerlos sin lágrimas en los ojos. En este campo hubo capacidad para hasta 20.000 prisioneros, la mayoría de ellos polacos, soviéticos, alemanes, homosexuales y judíos. Algunas caras hoy ocupan las paredes, todos ellos acompañados de su nombre, fecha del ingreso y de su ejecución.

En las salas de los edificios principales se han conservado enseres, como las maletas con las que llegaban los prisioneros, zapatos, muletas, el pelo que se les cortó cuando ingresaron en el campo, ropa y algunas otras pertenencias. Según vamos avanzando, la historia se encrudece.

En el pabellón 11 es donde se encontraba la prisión. Cuatro celdas de un metro cuadrado donde se metían hasta a cinco personas a la vez. También donde se realizaban las pruebas con el gas Zyklon B, un pesticida compuesto de cianuro que acabó con la vida de miles de presos. Otras pruebas fueron realizadas en el bloque 10, como la esterilización de las mujeres o el famoso experimento con gemelos, realizado por el enfermizo doctor Josef Mengele.

Un infierno con más de 100.000 prisioneros

Auschwitz I sirvió como lugar administrativo y en él también vivieron algunas de las familias de las SS. El segundo de los campos, Auschwitz II -Birkenau, construido un año más tarde, es el más grande de los tres. Su fachada, retratada en numerosas imágenes y películas sobre el Holocausto, es bastante mayor que el del primer campo. Por allí entraban directamente los trenes cargados de prisioneros. Actualmente, una línea en el suelo indica donde se bajaban los prisioneros antes de ir o directamente a la cámara de gas, o las barracas donde los alojaban.

Este campo de concentración llegó a albergar a más de 100.000 prisioneros aunque, al contrario de los otros dos, este estaba destinado para exterminarlos. Cuando llegó el ejército ucraniano ya no quedaba prácticamente nada, pues las SS se encargaron de derribar los crematorios, cámaras de gas y de llevarse a los supervivientes. Aquí es donde tuvo lugar el exterminio a gran escala, ya que en cada una de esas cámaras cabían más de 2.000 prisioneros. Aunque hoy de ellas no queda nada, el suelo donde estas se encontraban aún está teñido de negro. Un memorial justo al final del camino recuerda a las víctimas que perecieron allí. Las visitas a Auschwitz están centradas en estos dos campos. El tercero, Auschwitz III-Monowitz, era un campo de trabajo industrial.

Estamos ante uno de los museos de historia más duros del mundo, aunque de visita imprescindible. Como cita uno de los carteles situados en uno de los pabellones de la entrada: Quien no recuerda la historia está expuesto a vivirla de nuevo, de George Santayana. Aquí murieron más de un millón cien mil personas.