Ciudades, montañas, parques nacionales, ríos, glaciares, condados, bahías, una poderosa corriente marina… más de un millar de lugares de la Tierra llevan el nombre de Humboldt, también diversas especies animales y vegetales o un mar de la Luna. Pero Alexander von Humboldt no se veía a sí mismo como geógrafo, sino más bien como naturalista, físico, químico, botánico, geólogo… Su saber abarcaba múltiples campos, movido por el anhelo de comprender cómo se interrelacionan las fuerzas de la naturaleza y cómo influye el entorno en la vida animal y vegetal. Sus exploraciones e investigaciones, a las que se entregó con una pasión y energía extraordinarias, se enfocaban en descubrir ˝la unidad de la naturaleza˝.
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Este texto fue originalmente enviado a todos los suscriptores de la newsletter de Viajes National Geographic.