Va de Gigantes

Irlanda del Norte, un road trip entre gigantes y dragones

La carretera que recorre la costa pasa junto a la Calzada del Gigante, escenarios de Juego de Tronos y acantilados de vértigo.

La Causeway Coastal Route (Ruta Costera de la Calzada) invita a descubrir la magnífica costa de Irlanda del Norte a lo largo de un viaje entre Derry y Belfast. Es una ruta ideal para realizar por libre, con autocaravana, coche, moto o bicicleta. Entre los puntos para detenerse hay miradores sobre acantilados, castillos medievales, playas de arena, pueblecitos pesqueros y la espectacular Calzada del Gigante.

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iStock-1310691734. Derry

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Derry

La serie Derry girls ha puesto de moda esta ciudad del norte de la isla, situada a un par de kilómetros de la frontera con la República de Irlanda. Punto de partida de la Ruta Costera de la Calzada (Causeway Coastal Route), Derry merece un día de visita por lo menos. En la última década ha demostrado su músculo festivo con eventos como el festival de Halloween en noviembre o el Foyle Maritime Festival, del 20 al 24 de julio, una gran concentración de veleros que también incluye actuaciones callejeras y paseos en barca por la costa.

La visión más completa la ofrece el paseo que recorre la muralla que rodea el centro histórico; fue construida en el siglo XVII y conserva en buen estado su 1,5 km de perímetro. El puente peatonal Peace Bridge conecta el núcleo antiguo con la zona nueva de Ebrington Square y la recuperada fachada marítima.

La historia de la ciudad puede descubrirse en el Tower Museum a través de un recorrido desde el origen geológico y los primeros monjes que se instalaron en la zona hasta la época de los Troubles, el conflicto armado entre católicos y protestantes que duró de 1968 a 1998. El peor episodio de aquellos 30 años fue el Bloody Sunday o Domingo Sangriento, el 31 de julio de 1972, cuando soldados británicos dispararon a los manifestantes del barrio de Bogside. La memoria de aquella fecha pervive en los doce murales de Rossville Street y en el cercano museo Free Derry.

Mussenden Temple web-size 2500x1200px-2. La carretera del Obispo

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La carretera del Obispo

Derry, Limavady y Downhill están conectadas por la Bishop’s Road (carretera del Obispo), una ruta panorámica que luego se une a la Causeway Coastal Route. Hay varios puntos panorámicos que merecen una parada. El primero es el mirador de Gortmore, con vistas que alcanzan las islas escocesas de Islay y Jura.

Una leyenda local asegura que aquí reside el dios de los mares irlandés, Manannan Mac Lir, al que antiguamente se le hacían ofrendas para aplacar su ira y favorecer la pesca. El Museo Nacional de Irlanda en Dublín exhibe un tesoro que confirma aquella veneración: The Broighter Hoard, un conjunto de piezas de oro del siglo I a.C. hallado en 1896.

Unos kilómetros más al este, en Downhill Demesne, aparece otro balcón panorámico: el Templo de Mussenden, un edificio circular del siglo XVII que se alza sobre un risco a 36 m de altura. Desde este promontorio se abarcan vistas de la península de Inishowen (Donegal) al oeste, y la larga playa de Castlerock y Fair Head hacia el este.

Whiterocks Beach web-size 2500x1200px-2. Un baño bajo acantilados blancos

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Un baño bajo acantilados blancos

El pueblo de Portsteward es una popular zona de veraneo gracias a su larga playa de arena dorada, delimitada por dunas y vegetación de litoral. Al contrario de lo que podría pensarse de una costa orientada al norte, la franja norirlandesa disfruta en verano de un clima agradable, con muchos días de sol y playas tranquilas que invitan a darse un chapuzón, practicar surf o pasear.

La playa de Whiterocks es perfecta para poner en práctica esas tres actividades (nadar, andar y surfear). El marco que la rodea es sensacional, con los acantilados calizos de White Rocks a la espalda y al fondo la vista del peñón sobre el que se alzan las ruinas del castillo de Dunluce. Las grutas y arcos de caliza blanca se pueden contemplar desde el mar a bordo de alguna barca de paseo o desde el mirador de Magheracross.

iStock-501175797. Castillo de Dunluce

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Castillo de Dunluce

La entrada al condado de Antrim no puede ser más espectacular: la vista desde el mirador de Magheracross del castillo de Dunluce al borde de un peñasco que cae a pico sobre el mar. La piedra de esta fortaleza construida entre los siglos XVI y XVII brilla cuando el sol se abre paso entre las nubes mientras el aroma a salitre envuelve lo que queda de sus antiguas estancias.

El castillo de Dunluce es hoy un ejemplo de una época de luchas entre clanes y de revueltas contra el poder de Inglaterra, pero también un mirador fantástico sobre una costa acantilada en la que la erosión ha labrado grutas, arcos y agujas de roca que resisten los embates del mar.

Cerca se localiza la destilería Bushmills, la más antigua del mundo pues elabora whiskey desde 1608. Su visita permite entender la diferencia entre el whisky escocés y el whiskey irlandés: este último se destila tres veces y el grano se tuesta con aire caliente.

iStock-1017973942. La Calzada del Gigante

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La Calzada del Gigante

La Calzada del Gigante es el gran objetivo de esta ruta costera. Hace 60 millones de años, la lava alcanzó el mar en este punto y se solidificó rápidamente en forma de columnas hexagonales. Para los habitantes de la zona, sin embargo, la explicación más verosímil es que el gigante que habitaba aquí empezó a construir una pasarela hasta Escocia para enfrentarse a otro gigante, pero que dejó la obra a medio hacer cuando vio que el escocés era mucho más alto que él. 

Un camino conduce desde el centro de visitantes hasta las Piedras, como llamaban los locales a aquel extraño rincón al que solo bajaban para recolectar algas. Se diferencian tres zonas: una a ras de agua, con piedras medio inundadas; otra elevada y con forma de colmena; y la “verdadera” Calzada, la pasarela de piedras de basalto que apunta a Escocia. Los visitantes pueden deambular libremente, aunque se aconseja tener cuidado con las rocas más oscuras, que son las más resbaladizas, y no acercarse al mar.

El sendero remonta después la ladera hacia otra curiosa formación de columnas de basalto que cuelgan de la pared y que recibe el sugerente nombre de “el órgano del gigante Fin”. Dicen que en Nochebuena una melodía sale de estos tubos pétreos y vuela sobre el mar.

De regreso al centro de visitantes conviene completar el sendero circular porque desde lo alto ofrece una magnífica vista aérea de la Calzada del Gigante.

iStock-1280872557. Ballyntoy, el puerto de las Islas de Hierro

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Ballyntoy, el puerto de las Islas de Hierro

El pequeño puerto de Ballyntoy no ha sido siempre tan solitario. En el siglo XVIII y XIX aquí había un trajín considerable de barcos de pesca y carros cargados de carbón, basalto o roca caliza que luego se embarcaban rumbo a Dublín y a puertos ingleses para pavimentar calles y carreteras. Después de décadas de olvido, Ballyntoy ha recuperado la fama en el siglo XXI gracias a la serie Juego de Tronos. Este es el puerto y la playa de las Islas de Hierro, donde Theon Greyjoy se encuentra con su hermana Yara, donde se oficia el funeral por el padre de ambos y donde Euron Greyjoy renace y se proclama nuevo rey de las islas.

iStock-1368328333. Un puente de vértigo

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Un puente de vértigo

Un par de curvas por encima de Ballyntoy, un camino bordea la costa y se acerca al precipicio. Allí, un puente colgante resiste el viento y la espuma del mar. Esta pasarela de cuerda fue construida en 1755 por los pescadores de la zona para alcanzar el islote de Carrick-a-Rede, entre cuyas rocas instalaban redes con las que pescaban salmón. El puente cuelga a 30 m de altura y mide 20 m de largo. Es perfectamente seguro... aunque el corazón se ponga a latir con fuerza y la cabeza nos diga que no miremos hacia abajo.

iStock-1133798751. Cushendun y los cabos del nordeste

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Cushendun y los cabos del nordeste

La pequeña aldea de Cushendun fue durante mucho tiempo el puerto más directo para alcanzar la costa de Escocia. Se llega por una carretera de curvas que se desvía de la ruta principal. Vale la pena el quiebro para pasear por el camino que bordea la orilla del mar, cruzar su puente de piedra y contemplar las casitas de estilo Cornualles construidas entre 1912 y 1925.

Cushendun puede ser el punto de inicio o de llegada de un recorrido por los cabos de Torr Head y Fair Head, que marcan la esquina nordeste de la isla de Irlanda. Una carretera estrecha que se asoma peligrosamente al mar conecta ambas puntas y ofrece una panorámica fabulosa.

Glenarm Castle web-size 2500x1200px. El castillo de Glenarm

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El castillo de Glenarm

Los jardines del castillo de Glenarm y el puerto de veleros regalan las fotos más atractivas de esta población asentada en uno de los rincones más bonitos de la Ruta Costera de la Calzada. Además del parque, el castillo cuenta con varios talleres artesanos instalados en los edificios que antiguamente servían como establos y viviendas del servicio.

A partir de Glenarm, la costa se vuelve más agreste y vertical, y la carretera en algunos puntos casi se convierte en una pasarela adosada a la roca. Su construcción en 1842 fue muy celebrada pues supuso la apertura de una zona hasta entonces de muy difícil acceso.

Whiterocks Beach web-size 2500x1200px-2