
Pocas zonas del mundo concentran tal cantidad de historia y de arte como la Isla de los Museos de Berlín, situada en pleno centro de la capital alemana. En 1830, la apertura del Museo Antiguo inauguraba la Spreeinsel como la sede artística de Berlín, plasmando las ideas culturales y artísticas de la Ilustración que por entonces imperaban en Europa.
Declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1999, en ese pedazo de tierra que aísla el curso del río Spree se pueden contemplar miles de años de la Humanidad con tan solo desplazarse a pie por los cinco museos que la habitan. Se trata de un conjunto arquitectónico donde los edificios fueron diseñados para acoger unas exposiciones determinadas, de manera que cada uno mantiene una relación de armonía y consonancia con su contenido.
Para realizar un recorrido completo es recomendable adquirir el Museum Pass, un abono válido para tres días que permite el acceso libre a los cinco edificios. También es interesante revisar los horarios de cada uno de los museos para organizar mejor la visita y que no se quede nada en el tintero.