Las Islas Atlánticas pueden presumir de ser el único parque marino-terrestre de Galicia, de tener la mejor playa del mundo según The Guardian y de ser uno de los mejores destinos sostenibles que existen. Esto son solo tres ejemplos de la excepcionalidad del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Pero lo que está claro es que no se le puede discutir su valor ecológico ni su biodiversidad marina. Como si fueran pinceladas en el océano, las islas que conforman el parque, ubicado en las Rías Baixas, se distribuyen entre los archipiélagos de Cortegada y Sálvora (en la ría de Arousa), Ons (frente a la ría de Pontevedra) y Cíes (cerrando la ría de Vigo) y ocupan un total de 8.480 hectáreas, entre las cuales 1.194 son terrestres y 7.285 son marinas. En ellas se encuentra fauna y flora autóctona, formas geológicas singulares y un pasado histórico por el que han transitado romanos, vikingos y fenicios, entre otros. Sin duda, son unas islas únicas tanto en conjunto como por separado.