El clima, siempre el clima. Ciertos territorios no han de esforzarse para persuadir al viajero de que pueden ser admirados en cualquier época del año. En Portugal, sin embargo, las Azores tienen fama de sufrir un tiempo inclemente. Todo lo contrario que en España, donde suelen relacionarse con el anticiclón que lleva su nombre, y que al instalarse sobre ellas en verano favorece un tiempo estable y soleado en la Península Ibérica.
Poco a poco va surgiendo en el archipiélago un movimiento de lucha contra la estacionalidad. De hecho, entre el comienzo del otoño y el final del invierno las nueve islas ofrecen un número creciente de actividades recreativas que hacen que el viaje resulte inolvidable.