Muy, pero que muy verdes

Doce jardines maravillosos de España donde celebrar la primavera

Suman belleza e historia y algunos de ellos decoran enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad.

La riqueza de los jardines de España es excepcional. Los hay de origen árabe, también de estilo italiano o inspirados en el diseño de la naturaleza, pero todos son lugares donde un simple paseo puede hacer volar la imaginación. La visita a estos oasis de paz es una excusa magnífica para disfrutar de un respiro en la visita de las ciudades que los cobijan.

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Jardines de Aranjuez, Madrid

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Jardines de Aranjuez, Madrid

Al recorrerlos, el visitante se sentirá transportado a algún pequeño rincón verde de Italia. Y esa es, precisamente, la sensación que se buscaba al diseñarlos, recrear la atmósfera de los jardines más románticos italianos. El resultado, junto a la frondosidad ya existente en los terrenos originales, hizo que se consideraran los más bellos de su época. Una belleza que insppiró a autores como el compositor Joaquín Rodrigo o el pintor Santiago Rusiñol, quien pintó una de las glorietas de los jardines de Aranjuez. En plural, pues son varios los que rodean el Palacio Real. El conjunto forma parte del Paisaje cultural de Aranjuez, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.
 

Parque de Maria Luisa, Sevilla

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Parque de Maria Luisa, Sevilla

En 1848, el duque de Montpensier Antonio de Orleans y su esposa, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, fijaron su residencia en Sevilla y para ello adquirieron en 1850 el palacio de San Telmo. Como no podía ser de otro modo, no escatimaron esfuerzos para adecentar el entorno y compraron dos fincas, la Isabela y la de San Diego, esta última contenía los restos del antiguo convento franciscano de San Diego. Finalmente, escogieron al jardinero francés André Lecolant para el diseño de sus jardines. Ese es el origen del Parque de María Luisa, uno de los atractivos más clásicos de Sevilla. Ubicado en el corazón de la ciudad, hoy supone un agradable y necesario rincón donde descansar de los rigores del termómetro. El parque cuenta con una gran variedad de paisajes, como el Jardín de los Poetas, el Jardín de los Descubrimientos, el Jardín de las Naciones y el Jardín de los Naranjos. Alberga, además, un imprescindible de Sevilla como es la escénica Plaza de España.

Laberinto de Horta, en Barcelona

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Laberinto de Horta, en Barcelona

Este pequeño tesoro está considerado el jardín más antiguo que se conserva en Barcelona. Se trata de un armonioso ejemplo de parque de inspiración italiana de finales del siglo XVIII. Cuenta con templetes con columnas toscanas,  esculturas y un delicioso laberinto que le da nombre al parque, realizado con cipreses recortados. La zona de jardín está rodeada por un tupido bosque de pinos. Incluye un museo que recopila la historia del parque.

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El jardín de cactus de Lanzarote

Creado en 1991 para mostrar parte de la flora autóctona de esta isla de origen volcánico, fue la última obra que César Manrique legó a las Canarias.  El artista levantó su proyecto sobre una antigua cantera y distribuyó los más de 10.000 ejemplares de cactus de forma armónica, como si de un lienzo se tratase. En lo más alto del conjunto se levanta un viejo molino de viento.

Jardín de la Alfabia, Mallorca

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Jardín de la Alfabia, Mallorca

En la carretera de Palma a Sóller se halla el pequeño núcleo de Bunyola, donde se puede pasear por el bello conjunto de jardines de Alfabia, que reflejan  distintas tradiciones paisajísticas. En su origen, en este lugar se hallaba una explotación agrícola de la época de ocupación musulmana de la isla, dispuesta en terrazas y dedicada al cultivo de cítricos y frutales. En época renacentista, al pasar a manos aristócratas, fueron transformados para otorgarles un mayor aire de suntuosidad, al estilo de los jardines italianos del siglo XVIII. Aquí se pasea por románticos rincones como La Pérgola, un pasadizo cubierto de hiedra y flanqueado por surtidores que manan agua dando una agradable sensación de frescor.

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Parque del Retiro, Madrid

Las 118 hectáreas de este famoso parque son el principal pulmón verde de la ciudad y un oasis de paz para muchos madrileños y visitantes. El espacio se empezó a construir en el siglo XVII por orden del conde-duque de Olivares, entonces consejero del rey Felipe IV. Junto a sus zonas ajardinadas acoge bellos palacetes, áreas de paseo y lagos por los que navegar en pequeños botes. Muy cerca, en el Paseo del Prado, también se puede descubrir el Real Jardín Botánico, uno de los más antiguos de España inaugurado en 1775, que cobija una muestra de plantas de todos los continentes.

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El vergel del Alcázar de Córdoba

En el Alcázar de los Reyes Cristianos cordobés aún se percibe la sensorial tradición árabe de refrescar las huertas y los oasis con acequias, fuentes y canales. Donde los califas hacían cultivar hortalizas y hierbas aromáticas, hoy se puede pasear por un hermoso jardín de tres niveles que tiene senderos limitados por setos, cipreses, cítricos y palmeras.  En 1328, el rey Alfonso XI mandó construir sobre el antiguo palacio califal el actual recinto amurallado que, un siglo después, ocuparon los reyes católicos durante la reconquista de Granada. Situado entre el Guadalquivir y la Mezquita-Catedral, el Alcázar conserva las torres de los flancos (Leones, Homenaje, Inquisición y Palomas) y muestra restos romanos hallados en el subsuelo en la Sala de los Mosaicos.

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El Generalife de Granada

Este palacio de descanso y recreo de los reyes nazaríes se construyó en el siglo XIII sobre el Cerro del Sol, junto a las murallas de la maravillosa Alhambra, un conjunto monumental que habría que visitar al menos una vez. Sus jardines son íntimos, arropados por el murmullo del agua y la fragancia de las flores, como sucede en los patios de la Acequia y el del Ciprés de la Sultana. Los miradores y muchos recodos de estos jardines regalan amplias vistas al granadino y encalado barrio del Albaicín y a las cumbres de Sierra Nevada.

Jardines de La Granja de San Ildefonso (Segovia)

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Jardines de La Granja de San Ildefonso (Segovia)

Ubicado a 11 km de la capital segoviana, es otro ejemplo en nuestro país de jardín de estilo italiano, donde se puede disfrutar de una treintena de fuentes monumentales, numerosos estanques y esculturas, y una gran zona de bosque. Los jardines se extienden alrededor del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (siglo XVIII), una de las residencias de verano de antiguos reyes. El recinto incluye el Palacio Real y la Real Fábrica de Cristales, que fue una manufactura donde se elaboraba el menaje y decoraciones para la realeza.

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Jardín de Monforte, Valencia

Este bello rincón de Valencia es un refugio para aquellos que buscan disfrutar de la tranquilidad. El espacio fue trazado en el siglo XIX en corte neoclásico, y decorado con pérgolas, estaturas de mármol, estanques, surtidores y un pabellón de descanso. Se pueden elegir zonas distintas para pasear, como el Parterre Viejo, con setos recortados y estatuas sobre pedestales, y el Parterre Nuevo, con setos de ciprés y mirto con formas geométrica de cuadrantes en torno a un patio con surtidores. El conjunto lo completan una rosaleda y un rincón de trepadoras.

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Jardín botánico Vieira y Clavijo, en Gran Canaria

Este hermoso vergel fue inaugurado en 1952 recordando con su nombre a José Viera y Clavijo, naturalista canario del siglo XVIII. Localizado en Tafira, a unos 7 km del centro de Las Palmas, se trata del jardín botánico más grande de España. Sus más de 27 hectáreas dan cobijo a una amplia representación de la flora endémica de las Islas Canarias, y también de la zona llamada de la Macaronesia, que comprende Madeira, Azores y Cabo Verde. Este edén cuenta con rincones románticos y con vegetación diferenciada, como la Plaza de las Palmeras, el Jardín de Cactus, el Pinar, el Jardín Escondido, el Puente de Piedra, la Fuente de los Sabios, el Bosque de Laurisilva o la Plaza de los Nenúfares.

Foto: Jose Luis Cernadas Iglesias (Flickr)

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El pazo de Mariñán, cerca de A Coruña

Cerca del pueblo de Bergondo, a unos 20 km de A Coruña, se puede visitar este histórico y romántico pazo que disfruta de un bonito parque alrededor. Los orígenes de esta casa solariega se remontan a mediados del siglo XV, cuando fue erigido como un palacete-fortaleza. Sus jardines, con setos de boj recortados, son posteriores, del siglo XVII, y se diseñados a semejanza de los de Versalles.