Direcciones fuera de radar

Lanzarote más allá del Timanfaya y de César Manrique

Una guía alternativa y diferente para descubrir que esta isla es más infinita de lo que parece.

Lanzarote es una isla extraordinaria e inesperada. Sus carreteras son silenciosas; sus playas, vírgenes incluso en temporada alta y su gastronomía bebe de unos ricos caladeros y de unos curiosísimos vinos. Con esta carta de presentación es inevitable plantear: ¿es necesario hablar siempre de las obras de César Manrique y de las singularidades volcánicas de Timanfaya? La respuesta está a continuación. 

1 /9
iStock-1157530501. La paz absoluta bajo el Risco de Famara

Foto: iStock

1 / 9

La paz absoluta bajo el Risco de Famara

A los pies del acantilado de Famara se encuentra una de las playas vírgenes más espectaculares de Lanzarote. Con unas vistas impresionantes de la isla de La Graciosa y la Montaña Clara, una arena dorada y un mar siempre en calma, tiene todo lo necesario para pasar un perfecto día de playa. Claro que para llegar a este paraíso hay que currárselo: una caminata de aproximadamente una hora por el sendero de Los Gracioseros, que parte del pueblo de Yé y que requiere de una buena preparación física ya que llega a pasar de los 600 metros sobre el nivel del mar a cero. Si no se está en forma o, simplemente no hay ganas de caminar, se puede contratar a un precio razonable un water taxi en el puerto de Órzola, al noroeste de Lanzarote.

iStock-1132071862. tEGUISE

Foto: iStock

2 / 9

¡Teguise capital!

Para vivir el Teguise más auténtico es preciso visitarlo de lunes a sábado y gozar de la tranquilidad de un pueblo declarado conjunto arquitectónico histórico-artístico. Además, Teguise es conocido en toda la isla debido a su popular Mercadillo de la Villa, que tiene lugar cada domingo y es perfecto para comprar artesanía local o el típico recuerdo de Lanzarote. Dos versiones de un mismo pueblo que, aunque no lo parezca, fue la capital de la isla durante décadas. 

iStock-618957070. La Santa de las gambas

Foto: iStock

3 / 9

La Santa de las gambas

La Santa es un pequeño pueblo marinero perteneciente al municipio de Tinajo y es un lugar fantástico donde probar la gastronomía lanzaroteña, especialmente la basada en los productos del mar. Puestos a recomendar, el restaurante típico El Barquillo, popularmente conocido como El sótano, es una buena elección. Para abrir el apetito, si lo que se buscan son olas, la izquierda de La Santa es considerada una de las mejores olas de Europa para practicar bodyboard.

iStock-172710708. Haría, o el Valle de las ¿Mil? Palmeras

Foto: iStock

4 / 9

Haría, o el Valle de las ¿Mil? Palmeras

Situado en el norte de Lanzarote es el  municipio más verde de la isla. No solo tiene un microclima propio sino que es, también, un precioso y tranquilo pueblo de casas blancas al más puro estilo lanzaroteño. Debido a su especial meteorología aquí se localiza la mayor parte de la flora de la isla, así como un espectacular palmeral que contrasta con la piedra volcánica del lugar. Las populares atracciones turísticas de los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes y el Mirador del Río se localizan cerca de Haría.

iStock-171295482. Salmon

Foto: iStock

5 / 9

Salmón entre dromedarios

Más allá de lo inusual de un negocio como este en una isla como Lanzarote, merece absolutamente la pena acercarse a Uga, un pequeño pueblo de casas blancas y palmeras a dos kilómetros de Yaiza y conocido, además, por su población de dromedarios. Un salmón delicioso de primera calidad, procedente de Noruega y Escocia, ahumado diariamente con una cuidada selección de maderas y elaborado con la sal procedente de las salinas de la isla.

iStock-895824104. Agujero Azul

Foto: iStock

6 / 9

'Deep blue' agujero

Bucear en Lanzarote es toda una experiencia que no se puede dejar pasar. Si, además, la inmersión promete aventura, no hay excusa. La mayoría de las inmersiones se contratan desde Puerto del Carmen, que es donde se encuentran los principales centros de buceo de Lanzarote. Existen opciones para todos los niveles, pero la del Blue Hole es una de las más interesantes ya que se trata de un túnel de lava de unos 10 metros de longitud al que se accede desde la entrada que se halla a unos 24 metros de profundidad y la salida, a unos 30 metros. Caballitos de mar, mantas, angelotes y meros son algunas de las maravillas que se pueden ver durante esta inmersión.

iStock-184885863. Por encima de las nubes

Foto: iStock

7 / 9

Por encima de las nubes

Desde Teguise, siguiendo una sinuosa carretera de montaña y poco antes de llegar al observatorio astronómico, se encuentra la Ermita de las Nieves en lo alto del risco de Famara, a unos 600 metros sobre el nivel del mar. Cuenta la leyenda que en 1427 la virgen se le apareció a un pastor y en ese lugar, más tarde, se edificó la ermita. Más tarde aún fue destruida por los piratas y reconstruida en el siglo XVII. Sea como fuere, las vistas desde el acantilado son impresionantes. Es necesario extremar la precaución para hacer la foto desde el borde del precipicio a causa del fuerte viento de la zona.

iStock-1157526988. Las Papagayo más exclusivas

Foto: iStock

8 / 9

Las Papagayo más exclusivas

Partiendo desde Playa Blanca frente al hotel Sandos Papagayo, se sigue un sendero que costea las diferentes playas de Papagayo por el que al cabo de unos 25 minutos se encuentra la playa de Caletón del Cobre. Este maravilloso oasis de tan solo 50 metros de longitud y 3 de ancho que está frente al islote de Lobos y la isla de Fuerteventura, es una pequeñísima playa de arena, rocas y unas espectaculares aguas turquesas.

Ya que se ha llegado hasta aquí merece la pena (tras un baño, por supuesto), continuar el camino hasta la playa de la Cruz, también llamada playa del Pozo. Asombrosamente desierta, como es habitual con las playas cuanto más lejos se hallan de las zonas de aparcamiento, es una playa fabulosa que resulta ideal para ir con niños.

iStock-653491722. Bouquet volcánico

Foto: iStock

9 / 9

Bouquet volcánico

La naturaleza extraordinaria de Lanzarote asombra aún más en el espectacular paisaje vinícola de La Geria, con sus profundos hoyos sobre la ceniza volcánica y protegidos de los vientos por unos muros circulares de piedra. Este particular sistema de cultivo de la vid conforma el Paisaje Protegido de La Geria. La malvasía volcánica, una variedad única en el mundo, es ganadora de numerosos premios nacionales e internacionales.