Encajonado entre Vietnam, China, Myanmar, Tailandia y Camboya, Laos carece de litoral pero su arteria vital es uno de los mayores ríos del planeta: el Mekong, cuyo caprichoso curso discurre entre espectaculares montañas y espléndidos valles. En el país viven más de 50 etnias; la mayoritaria lao procede de la sureña provincia china de Yunnan, desplazada hacia el imperio jemer (la actual Camboya) en el siglo XIII.
El fundador del primer reino laosiano fue Fa Ngum, casado con una princesa jemer. Lo estableció en 1353 y lo llamó Lan Xang, que significa Tierra del Millón de Elefantes. Desgraciadamente, ahora apenas quedan unos 2000 ejemplares, que se dedican sobre todo al turismo y habitan en campos que algunos denominan santuarios; los más concienciados ya no ofrecen montar sobre los animales. Lan Xang pronto se dividió en tres partes, lo que facilitó su dominación por el reino de Siam (la actual Tailandia), que lo cedió a finales del siglo XIX a los franceses para preservar su propia independencia. Fueron precisamente los franceses los que denominaron al país Laos, en referencia a sus pobladores, los lao.