Más allá de la frontera, más concretamente en la Cerdaña Francesa, las posibilidades de esquiar en los Pirineos se multiplican materializadas en toda una serie de estaciones francófonas donde Les Angles emerge como una referencia obligada. Puede que sus 55 kilómetros de pistas esquiables no tengan nada que hacer contra los grandes dominios esquiables de los Alpes pero es precisamente en sus acotadas dimensiones, el encanto de su pueblo y en un completa oferta aprés-ski, además de su proximidad con España, donde radican sus atractivos. No le falta encanto, desde un área esquiable que llega hasta el casco antiguo del pueblo hasta un moderno centro termal llamado Angléo.