Gales milenario

La leyenda de St Davids, la ciudad más pequeña del Reino Unido

Ubicada en uno de los enclaves más hermosos de la costa de Gales, la ciudad de St Davids posee una catedral en la que, según cuenta la leyenda, están grabadas las huellas del diablo.

Inmersa en los campos verdes del Parque Nacional de la Costa de Pembrokeshire, cerca de la hermosa bahía de Whitesand en Gales, se encuentra la ciudad de St Davids. Debido a su escasa población, esta localidad es considerada la ciudad más pequeña del Reino Unido y, además, es la única ciudad del condado de Pembrokeshire y la única ciudad del país ubicada en el interior de un parque nacional.

 

Pese a ostentar orgullosamente su título de ciudad, St Davids parece más bien un pequeño pueblecito repleto de pubs, tiendas de artesanías y de surf, pequeñas galerías de arte, cafeterías encantadoras en las que tomar el té, una diminuta tienda de chocolates galeses hechos a mano llamada Chapel’s Chocolates y una impresionante catedral sumergida en el valle que hay en el corazón de la ciudad.

Sty Davids
Foto: Shutterstock

Una catedral con más de 15 siglos de historia

Fundada por St David, patrón de Gales, en el siglo VI, esta catedral anglicana de estilo gótico es el lugar más sagrado de Gales y uno de los centros religiosos más importantes del Reino Unido. Durante la Edad Media, la catedral de St David se convirtió en un famoso destino de peregrinajes, ya que el papa Calixto II afirmó que una peregrinación a St Davids valía como dos a Roma o tres a Jerusalén.

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En sus orígenes, la catedral se construyó en un lugar prácticamente escondido para evitar que los vikingos la avistaran desde el mar (de hecho, desde las calles de la ciudad, únicamente se llega a ver la torre central del edificio). Aún así, el centro fue saqueado en siete ocasiones y, además, sufrió un terremoto en el año 1248 que hizo que el suelo se torciera, creando una sensación de extraño desequilibrio con respecto a los enormes pilares de piedra que sostienen el edificio.

La catedral alberga los restos del propio St David, que fue sepultado allí tras fallecer el 1 de marzo del año 589, y la piedra que este trajo a la vuelta de su peregrinaje a Jerusalén, ubicada en el altar.

 

Interior de la catedral de St. Davids
Foto: Shutterstock

La leyenda del diablo y st david

Este edificio también es el escenario en el que, según afirman los lugareños, sucedió una de las leyendas más difundidas de la ciudad. La historia cuenta que, hace cientos de años, el diablo visitó St Davids e intentó entrar en la catedral. Decidido a defender su santuario, el patrón de Gales se enfrentó al mismísimo diablo en el tejado del edificio y, empujándolo hacia el abismo, consiguió ahuyentarlo.

Al caer del tejado de la catedral, el diablo aterrizó sobre una de las lápidas que hay en el cementerio que rodea el edificio y sus huellas quedaron impresas sobre la fría piedra. Dicen que quienes encuentran las huellas deben posar sus pies sobre la tumba para ver si encajan o no con la marca. De ser así, es mejor no decir nada: la leyenda asegura que solo los pies del diablo se ajustan perfectamente a dichas pisadas.

 

 

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Lo más curioso de la historia es que, pese a que la leyenda dice que el diablo solo pisó una de las tumbas, hay otra lápida en la ladera del cementerio, ubicada cerca de los árboles que crecen en el jardín, en la que también se encuentran las mismas marcas: dos huellas de pies pequeños terminados en punta. ¿Acaso quienes transmitieron el cuento de generación en generación no advirtieron ese pequeño detalle?

Al menos, de esta manera, los interesados que acuden al cementerio de St Davids buscando las huellas, tienen el doble de posibilidades de encontrar dicha marca y de comprobar si sus pies encajan o no con la silueta impresa sobre la piedra.