Medievalismo troglodita en Grand Saumur

El Loira sin (demasiados) castillos

Un curioso recorrido entre riberas, viñedos y casas trogloditas más allá de sus icónicos palacios.

Como un hilo líquido y precioso, el río Loira hilvana poblaciones medievales, abadías, viñas, bodegas y casas excavadas en la roca caliza. Vista desde el agua, mientras se navega a bordo de una barca de quilla plana, se diría que la región del Grand Saumur siempre ha respirado esta calma; que sus casas surgieron de forma espontánea así de coquetas, que las viñas nacieron ya alineadas, dispuestas a dar el fruto con que se elaboran algunos de los vinos más sabrosos de Francia. 


El curso que hoy parece tan manso fue hace siglos motivo de disputa constante por su valor como vía de transporte y de control del territorio. En sus riberas se erigieron fortalezas que cobraban aranceles, pueblos de artesanos y pescadores, abadías rodeadas de viñas y castillos señoriales. 
 

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Loria. Mejor desde la barca

Foto: Turismo Valle del Loira

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Mejor desde la barca

Desde Saumur se remonta el Loira y su afluente, el Vienne. Las gabarras se alquilan por horas o días enteros, y algunas están adaptadas como apartamentos para pasar la noche. Los barqueros conocen cada palmo del río y saben esquivar los tramos poco fondo o con rocas. En las orillas se distinguen los troncos roídos por el «castor» del Loira, la rata almizclera, así como decenas de aves acuáticas: garza, avefría, martín pescador y cormorán, entre otros.

iStock-497861556. La pequeña gran Saumur

Foto: iStock

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La pequeña gran Saumur

La ciudad de Saumur resulta fácil de reconocer por su castillo, en lo alto de una colina rocosa, y por el puente que cruza a la isla donde la localidad se expandió hace un par de siglos. El Ayuntamiento –neogótico de cara al río y gótico de cara al patio interior– conserva adosada una de las torres de la muralla que rodeaba la ciudad. Ahí empieza el núcleo antiguo, un pequeño ovillo de calles que confluyen en la Place de Saint-Pierre. El sábado por la mañana un mercado ocupa el irregular trazado de esta plaza, con la iglesia de Saint-Pierre en un lado y rodeada por edificios de los siglos xvii y xviii. Desde el primer piso del Bistrot de la Place, en una de esas casas centenarias, se pueden saborear los productos que vocean los vendedores de la plaza: espárragos, champiñones, paté y también pato y pescado del Loira. Por la tarde, la animación se traslada a las orillas del río, al teatro y a la plaza que se abre frente al Ayuntamiento.

iStock-687217310. Entre viñedos y colegiatas

Foto: iStock

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Entre viñedos y colegiatas

La vuelta por los alrededores de Saumur siguiendo su sendero cicloturista atraviesa la bonita villa de Turquant, circula junto a los viñedos y desciende de nuevo al río a la altura de Candes-Saint-Martin. La colegiata de Saint Martin es un tesoro histórico por las esculturas de su porche románico y las que decoran la nave gótica. Este templo debía de ser todo un hallazgo para los peregrinos que en el pasado llegaban hasta aquí a través de la vía jacobea que unía Tours con Santiago de Compostela.

iStock-519456617 (1). La abadía perfecta

Foto: iStock

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La abadía perfecta

Ejemplo maravilloso de arquitectura religiosa medieval, la abadía de Fontevraud se halla a 16 km de Saumur. Tras la Revolución Francesa fue prisión, vivió un largo periodo de deterioro hasta el siglo xx y en la actualidad es todo un referente cultural y artístico del país. El conjunto se puede visitar por libre y depara numerosas sorpresas, como los sepulcros de Ricardo Corazón de León y de su madre Leonor de Aquitania, el edificio con forma de gigantesca chimenea cónica –la cocina de la abadía– o el restaurante con una estrella Michelin del hotel. Gracias a su vocación de motor cultural, Fontevraud impulsa desde conciertos hasta exposiciones de jóvenes talentos. Una de sus colaboraciones más interesantes es la Residencia Ackerman. El proyecto lleva el nombre de las históricas bodegas de Saint-Hilaire-Saint-Florent, que han transformado sus galerías rupestres en museo y en una colosal sala decorada con obras impactantes aunque efímeras, pues solo duran uno o dos años.

Parque Animal . Canteras y animales

Foto: © BIOPARC - P. CHABOT

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Canteras y animales

La región de Saumur hace diez millones de años estuvo bajo el mar de los Faluns. A lo largo de los siglos, las arenas se compactaron y dieron origen a una roca margosa que, como la del Loira, también se usó para la construcción. Las canteras de Perrières, con cavidades que parecen catedrales, y el zoo de fauna salvaje Bioparc, ambos en Doué la Fontaine, son dos buenos ejemplos.

Breze. Un castillo muy troglodita

Foto: Castillo de Brézé

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Un castillo debajo de otro castillo

Más espectacular resulta el castillo de Brézé, construido en el siglo xi bajo tierra para protegerse en tiempos de guerra. Propiedad de los condes de Colbert, que residen en el château erigido encima, muestra las dependencias rupestres de los primeros señores, las bodegas y el foso.

Un pueblo completamente troglodita

Foto: Rochemenier Village

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Un pueblo completamente troglodita

A poca distancia, la villa de Rochemenier cuenta con una granja troglodita transformada en museo. Habitada hasta los años 1960, dispone de cocina, corral, bodega e incluso una capilla excavada en las paredes de una hondonada que hacía de patio. Todo el pueblo es así. Otro pequeño gran tesoro de la seductora región de Saumur.

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