Hay lugares en los que no hace falta guía de viajes para recorrerlos, basta con acercarse a ellos a través de un libro, de una película, de una coreografía… De hecho, cualquiera de las bellas artes puede propiciar una aproximación al destino tanto mejor que cualquier folleto turístico. Londres es uno de esos lugares y este es un circuito alternativo para descubrirla con todos los sentidos bien abiertos.