En defensa de la cultura

Los lugares Patrimonio de la Humanidad en Ucrania amenazados por la guerra

La Unesco intensifica los contactos con las instituciones culturales ucranianas e internacionales con el fin de colaborar unidos en la protección de los bienes patrimoniales en peligro.

Desde el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Unesco ha intensificado sus acciones para analizar la situación en la zona y preservar los monumentos y espacios naturales protegidos como Patrimonio Mundial. El pasado 8 de Marzo, la Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay, declaró que «la institución está en contacto permanente con las instituciones culturales afectadas en territorio ucraniano». Asimismo informó sobre la última evaluación recibida y el reforzamiento a implementar para amparar los bienes culturales: «debemos salvaguardar el patrimonio cultural en Ucrania, como testimonio del pasado y como base para la Paz y la cohesión en el futuro. Por ello, la comunidad internacional debe protegerlo y preservarlo».

La Unesco apuesta por el emblema del Escudo Azul elegido en la Convención de La Haya de 1954 para identificar los bienes que deben ser excluidos de los ataques bélicos: «el reto es marcar los sitios y monumentos del patrimonio cultural para recordar su condición de zona protegida en virtud del derecho internacional». Ucrania cuenta con siete enclaves designados Patrimonio de la Humanidad en su territorio, aunque ahora sus objetivos prioritarios son la Catedral y los monasterios de Kiev y el centro histórico de la ciudad Lviv, cuya señalización con el Escudo Azul comenzó el pasado fin de semana.

 

Mapa del Patrimonio de la Humanidad de Ucrania

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iStock-1163373426. Kiev: catedral de Santa Sofía y monasterio de las Cuevas

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Kiev: Catedral de Santa Sofía y Monasterio de las Cuevas

La Catedral de Santa Sofía empezó su construcción el año 1037 con la idea de rivalizar con la antigua basílica de Santa Sofía de Constantinopla (siglo VI) y ser el símbolo de la «Nueva Constantinopla», capital del principado medieval de Kiev, creado el siglo XI como una región evangelizada, a raíz del bautismo de san Vladimir el año 988. La influencia espiritual e intelectual de la entonces Kyiv-Pechersk Lavra contribuyó a la difusión de la fe ortodoxa en todo el territorio. Santa Sofía es el principal emblema monumental de Kiev, además del primer patrimonio ucraniano inscrito en la Unesco junto al conjunto de monasterios barrocos que rodean la catedral, y el cercano Monasterio de las Cuevas. En sus inicios en el siglo XI era el lugar de enterramiento de los gobernantes de aquel reino medieval. Desde 1930 es un museo y el monumento más visitado de la ciudad. Tras un exterior de cúpulas doradas con forma de bulbo, tradicionales de la arquitectura religiosa ortodoxa, Santa Sofía conserva un interior revestido con mosaicos de inspiración bizantina, frescos medievales y pinturas murales datadas entre los siglos XVIII y XIX. 

Por su lado, el extenso conjunto del Monasterio de las Cuevas hunde sus orígenes en el siglo X, cuando nació como una pequeña iglesia impulsada por un religioso asceta que antes había vivido en los cenobios del monte Athos. En su peregrinación, el monje decidió fundar una comunidad religiosa en unas cuevas a orillas del Dniéper. Aquella primera congregación erigió otros edificios religiosos hasta conformar el magnífico monasterio actual, en cuyo recinto destaca la Catedral de la Dormición, así como las catacumbas y cuevas de las que toma su nombre.

iStock-831414782. Ciudad antigua de Lviv

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Ciudad antigua de Lviv

Lviv (o Leópolis) nació como un asentamiento primitivo fundado el siglo V, aunque fue durante la Edad Media cuando floreció gracias a su situación estratégica (hoy a unos 70 km de la frontera con Polonia) como centro administrativo, religioso y comercial. El trazado de su centro histórico, en la Unesco desde el año 1998, se ha conservado prácticamente intacto, reuniendo vestigios de las distintas civilizaciones que pasaron por él, como una mezquita, una sinagoga y edificios religiosos de las iglesias ortodoxa, armenia y católica. Lo que más destaca de la ciudad es el patrimonio barroco que se ha preservado. Su barrio histórico está dominado por el cerro Vysokyi Zamok, coronado por el Castillo Alto, y a sus pies Pidzamche, las «tierras bajas», la zona más antigua sobre la que a partir del XIII se desarrollaron las calles y plazas que hoy configuran el centro histórico de la ciudad. Por su lado, la Seredmistia, o núcleo urbano, empezó a crecer en el siglo XIV y asimismo preserva monasterios y mansiones renacentistas y barrocas, así como parques construidos en los dos últimos siglos.

shutterstock 1940858227. Tauric Chersones

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Yacimiento arqueológico de Tauric Chersonese

En la región de Taurica, a orillas del mar Negro y hoy repartida entre Ucrania y territorio ruso, floreció la colonia griega de Chersonese, fundada hace unos 2500 años sobre un asentamiento anterior del siglo V a.C. Conocida como la «Pompeya ucraniana» (o «la Troya rusa»), esta polis griega muestra con sus vestigios que fue un próspero enclave agrícola establecida por los helenos de los siglos IV y III a.C. Sus valiosas ruinas, Patrimonio de la Humanidad desde 2013, permiten recrear cómo era el enclave de aquellos siglos, con un trazado de cuadrícula ortogonal y un vasto sistema de demarcación de tierras con 400 parcelas iguales en un área de 10.000 hectáreas. En el siglo III, el sitio era conocido como el centro vinícola más productivo del mar Negro y siguió siendo un cruce de intercambio entre los imperios griego, romano y bizantino y las poblaciones al norte del continente europeo en siglos posteriores. Como un museo al aire libre, el yacimiento reúne huellas de asentamientos de la Edad de Piedra y Bronce, torres de fortificación y villas romanas, sistemas de canalización y restos de templos cristianos primitivos.

iStock-1303534660. Tserkvas de Ucrania y Polonia

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Tserkvas, las iglesias de madera de Ucrania

En los límites orientales de la cordillera de los Cárpatos, repartido entre Ucrania y Polonia, se esparce un conjunto de 16 tserkvas (iglesias de madera), que fueron erigidas entre los siglos XVI y XIX por las comunidades de fe ortodoxa y católica griega. Estos templos son testimonio de una arquitectura religiosa más modesta en comparación a los monasterios y catedrales que en aquellos tiempos construían los reyes y zares. En la Unesco desde el año 2013, representan un ejemplo de la tradición arquitectónica de la iglesia ortodoxa, muy extendida en los entornos montañosos de los países eslavos y que sobrevive hasta hoy. Las tserkvas se erigían con troncos horizontales engarzados con uniones complejas en las esquinas, exhibiendo habilidades de carpintería y soluciones estructurales excepcionales. Se levantaban sobre alféizares de madera de base triangular colocados sobre cimientos de piedra, coronadas con cúpulas cuadriláteras u octogonales abiertas. Algunas incluyen cementerios y, a veces, campanarios independientes, delimitados por vallas y puertas, rodeados de árboles. En su interior, las tserkvas solían estar decoradas con pantallas de iconostasio y referencias simbólicas a la cosmogonía de sus comunidades.

 

 

shutterstock 729348952. La residencia de los metropolitanos bucovinianos y dálmatas en Chernivtsi

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La Residencia de los metropolitanos, bucovinianos y dálmatas en Chernovtsi

A orillas del río Prut, un afluente del Danubio, se asienta la ciudad de Chernovtsi, un enclave de la histórica región de Bucovina, hoy repartida entre Ucrania y Rumania. Dentro de la ciudad, sobre el promontorio del monte Dominic, se puede visitar la Residencia de los Metropolitanos, Bucovianos y Dálmatas, un sobresaliente conjunto de la arquitectura historicista del siglo XIX en la Europa oriental. El recinto, edificado entre los años 1864 y 1882, exhibe una sinergia de estilos arquitectónicos que fueron combinados por el arquitecto checo Josef Hlavka. Entre los elementos más destacados se hallan la Capilla de San Iván de Suceava, el edificio e iglesia del Seminario dominado por su cúpula y el antiguo monasterio, con su Torre del Reloj y un parque ajardinado.

La región de Bucovina donde se asienta la Residencia es famosa por albergar una de las exquisiteces artísticas más desconocida de Europa: una veintena de monasterios y conventos con los muros interiores y exteriores envueltos en vívidos frescos, ocho de ellos Patrimonio Mundial.

shutterstock 2120267597. Hayedos primitivos de los Cárpatos

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Hayedos primigenios de los Cárpatos

El año 2007, la Unesco incluyó por vez primera en su listado de naturaleza los bosques de hayas primigenios de los Cárpatos, entre los que se hallaban varios de Ucrania. Hasta el año 2021, la organización ha ido ampliando ese listado con otros hayedos de esta cordillera de Europa oriental. 

El arco montañoso de los Cárpatos delimitado por Ucrania, Eslovaquia y Rumanía es el que más vegetación primigenia abraza, así como los bosques más extensos, como el de Uholka-Shyrokyi Luh ucraniano, donde se protegen ejemplares de hasta 55 metros de altura. La excepcional población invaluable de árboles viejos de algunas de estas masas forestales se rigen por una estricta conservación que en ocasiones incluso impide el acceso, aunque otros pueden visitarse, como el bosque Stuzhytsia de Ucrania. La designación por la Unesco de «bosques de haya antiguos y primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa» representa una designación transnacional que comprende 94 enclaves de 18 países y  representan un ejemplo sobresaliente de bosques templados relativamente intactos, así como un reservorio genético de hayas y otras especies de estas arboledas primarias.

iStock-1075425224. Arco geodésico de Struve

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Arco Geodésico de Struve en Ucrania

Por Arco Geodésico se conoce el sistema de medición geográfica creado por el astrónomo alemán Friedrich Georg Wilhelm Struve, fruto de sus mediciones geodésicas desde el Océano Ártico al mar Negro, realizadas entre los años 1816 y 1855. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2005 por «ser un ejemplo extraordinario del desarrollo de las ciencias y de la colaboración entre científicos de diferentes países, así como monarcas, por una causa científica común». Su línea se extiende desde Hammerfest en Noruega hasta la costa del mar Negro, a través de 2820 km de diez países de Europa del norte y oriental. El método creado por Struve se considera la primera medición precisa que ayudó a establecer el tamaño y la forma exactas del planeta, y marcó un paso importante en el desarrollo del mapeo topográfico. Sus teorías demostraron a través de triangulaciones en un arco meridiano de la Tierra que esta es achatada en sus polos extremos. Las ciudades de Antonivka y Baranivka, ambas en la región ucraniana de Jmelnitsky, y los enclaves de Raión de Izmaíl y Óblast, en la costa de Odesa, forman parte del Arco Geodésico de Struve.