Una casa digna de novela

La mansión de ‘La Sombra del Viento’ renace como un hotel

Ya es posible alojarse en la señorial Torre Macaya, donde el Hotel Boutique Mirlo Barcelona ocupa un icono del veraneo en la ciudad y también es el escenario literario de la célebre novela de Carlos Ruiz Zafón.

Construido en 1918 y ubicado en el número 32 de la avenida Tibidabo, una de las calles no solo más emblemáticas, sino también más deliciosas de Barcelona, el palacete modernista conocido como la Torre Macaya ha vuelto a la vida en forma de hotel gracias a una historia de amor, la de una familia que quiso recuperar el esplendor de este icono modernista, de su pasado y de su prometedor futuro.

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El hotel literario

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / La Torre Macaya ha sido hoy reconvertida en hotel boutique

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Barcelona en un hotel de novela

El resultado es el recientemente inaugurado Hotel Boutique Mirlo Barcelona que, con 16 exclusivas habitaciones, no solo ofrece un refugio de paz e intimidad en plena Ciudad Condal, sino también un escenario con fuerte carga literaria; en él transcurre parte de la trama de la célebre novela La Sombra del Viento, de Carlos Ruiz Zafón. 

Barcelona en un hotel de novela

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / Lujo, sofisticación pero todo vestido de sencillez es una máxima en el hotel Mirlo

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Slow luxury burgués

Pasear por la avenida del Tibidabo es como viajar hasta una de las épocas más señoriales de Barcelona, una en la que los principales arquitectos modernistas construyeron en esta avenida proyectada como una especie de ciudad-jardín para las familias más adineradas de Barcelona, algunas de sus obras más populares. La Casa Roviralta, también conocida como el Frare Blanc, es una obra modernista de Rubió i Bellver que está situada en el número 31. La casa Fornells, en el número 35, es un diseño del mismo arquitecto y La casa Arnús, visible desde muchos puntos de la ciudad, es el punto final de esta idílica avenida que aún mantiene el carácter burgués de hace un siglo y que ha permanecido inalterable ante el tiempo... y ante las especulaciones urbanísticas.

Neoclacisismo y modernismo

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / Salón principal

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Neoclacisismo y modernismo

De aire neoclásico y esencia modernista, la Torre Macaya es otra de esas mansiones cuya esencia se ha mantenido a lo largo de sus más de cien años, aunque no así su contenido, ya que construida como residencia privada, también ha sido sede de diferentes oficinas hasta llegar a convertirse en el hotel que es hoy. El edificio, que forma parte del patrimonio de la ciudad, combina arquitectura mediterránea con detalles de la casa en su puro estado original, destacando la escalera del salón principal, la columna vertebral de la casa y un elemento, además, muy vinculado con Daniel Sempere, el protagonista de La Sombra del Viento

Un jardín romántico...

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / El Jardín del Tibidabo

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Un jardín romántico... y una piscina también de novela

En el exterior, su jardín romántico acoge especies autóctonas de árboles de la zona que han sido testigos de mil historias desde su plantación a principios del siglo pasado y al que los responsables del hotel han querido dotar de la importancia que merece. Este precioso espacio, bautizado como El Jardín del Tibidabo, deriva en una piscina que ocupa el lugar de una pista de tenis (y no, en la realidad no hay ni una de las pilas de hojarasca que aparecían en la ficción de la novela).

Descanso burgués

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / Una de las 16 habitaciones del hotel.

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Descanso cálido y burgués

En sus 16 espaciosas habitaciones dos atractivos se dividen el protagonismo: la luz y las prestaciones, ya que en todas ellas el huésped puede disfrutar de la experiencia de tener un hammam (baño de vapor) privado, además de una bañera con hidromasaje con la que cuentan la gran mayoría de ellas. Amenities de L’Occitane y unas bellísimas, cómo no, vistas al jardín o a la ciudad completan este espacio íntimo, cálido y burgués que son las habitaciones del hotel Mirlo.

Hotel Mirlo Barcelona

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / La escalera del salón de la mansión es también protagonista en la novela de Ruíz Zafón

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El Palacete Aldaya

Pero antes de llegar a convertirse en el hotel que es hoy, la Torre Macaya fue también sede de una importante agencia de publicidad de la que Carlos Ruíz Zafón fue redactor a finales de los años 80. Según cuentan, Ruíz Zafón fue muy feliz en los prolíficos años en los que trabajó aquí, y tanto le inspiró la casa que hasta le otorgó un merecido protagonismo en la segunda obra más vendida de la narrativa española, La Sombra del Viento. Es aquí, en una de sus habitaciones principales, donde Daniel Sempere, el protagonista, pone fin a la trama. La torre entonces era conocida como Palacete Aldaya, rebautizado así en la novela por el célebre escritor del que acaban de cumplirse dos años de su fallecimiento.

El Nido del Mirlo

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / Restaurante El Nido del Mirlo

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Un refugio urbano

“Ocurre una cosa curiosa con el mirlo, y es que es un pájaro muy callejero al que le encanta el bullicio y curiosear, pero al final del día siempre regresa a casa, a su tranquilo nido, a descansar”, cuenta Yanina Tiano, directora del hotel, a Viajes National Geographic. Una bonita analogía que vincula a este pájaro, y en el que la propiedad se inspiró hasta en el nombre, con el objetivo del hotel: que todos sus huéspedes regresen al final del día a su refugio. Un refugio en el que, alejados de nuevo de la ficción, no sorprende, dado el mimo que la propiedad ha puesto en el hotel, el área gastronómica sea también digna de mención. El Nido del Mirlo, su restaurante, ofrece una breve pero interesante carta de desayunos y restauración abierta a toda la ciudad y ambientada en una pequeña sala de grandes ventanales, íntima y señorial.

El Nido del Mirlo

© Hotel Boutique Mirlo Barcelona / Restaurante El Nido del Mirlo

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Esencia mediterránea y producto local

La propuesta gastronómica va desde una oferta de exquisitos entrantes como las croquetas de puro ibérico, la pasta fresca trufada o el carpaccio de Wagyu, hasta los platos principales, divididos entre los de mar y los de tierra, entre los que triunfan platos como el rodaballo a la Donostiarra o el taco de pulpo, aunque también el steak tartar o el solomillo.