Lugo esconde intramuros el magnífico pasado de la antigua Lucus Augusti. Bajo la protectora mirada de su muralla romana declarada Patrimonio de la Humanidad, floreció una ciudad que todavía conserva la esencia del imperio: las termas o la Casa dos Mosaicos trasladan a su época más brillante. Pero más allá de la capital, la provincia de Lugo sorprende al viajero con una riqueza paisajística que discurre entre rías y playas espectaculares, bosques centenarios y solitarias montañas.