Las Marcas es una tierra sobria, con uno de los territorios más ordenados y armoniosos de la península: las montañas alineadas en el límite occidental con Umbría, casi haciendo de escudo; los lagos a los pies de las montañas; los ríos, paralelos entre ellos y bien distribuidos, que surcan en perpendicular el territorio; los valles y las dulces colinas salpicadas de pintorescos borghi que van descendiendo gradualmente hasta encontrarse con el mar Adriático. De manera análoga, el carácter de los habitantes de Las Marcas es equilibrado y comedido, acogedor y tolerante, lo que hará sentirse como en casa.
En primavera el verde de las colinas logra miles de matices, mientras el mar resplandece con todas sus tonalidades de azul. Este es el mejor momento para descubrir esta región italiana aún poco conocida por el turismo. Para aprovechar al máximo el viaje, lo mejor es recorrerlo de norte a sur, alternando costa y colinas, pueblos y ciudades, para así ir disfrutando de toda su variedad paisajística y cultural.