La cultura floral de este país empezó ya en el siglo XVI, cuando gran parte de este quedó bajo el nivel del mar a causa de la extracción de tierra para construir sus ciudades. Los lugares inundados, conocidos como pólders, se descubrieron como el lugar perfecto para el cultivo de tulipanes, narcisos y otras flores que desde entonces crecen gracias al clima oceánico. Desde los tempranos crocos, que ya asoman en marzo, hasta los tulipanes, que se abren a mediados de abril, la primavera es el momento idóneo para visitar estos lugares y realizar algunos de los planes que giran alrededor de la naturaleza de Holanda.