
Si los mercados son el alma de la ciudad, las grandes avenidas comerciales también dicen mucho de la cultura del país donde que se encuentran. A lo largo de sus aceras, salpicadas de tiendas internacionales, algunos deliciosos negocios locales se resisten a claudicar frente a las grandes superficies. Y junto a ellos, antiguos palacios, iglesias y monumentos han permanecido impasibles ante los cambios de nuestro tiempo.
En algunas ciudades son los propios productos los que se han convertido en la seña de identidad de un país. Ocurre en Estambul, donde las lámparas y las pashminas que los turcos lucen con orgullo, también llenan las maletas de quienes visitan la ciudad. Por su parte, Oslo y Berlín son otros de los lugares que la gente visita buscando prendas y muebles de diseño. O Londres y París, dos destinos donde el viajero suele volver a casa con algún capricho en el equipaje, pues ambas capitales representan iconos de la moda con artículos realmente exclusivos. Europa está repleta de grandes avenidas, peatonales o no, donde el paseo por ellas incita a conocer algunos de sus locales, restaurantes, escaparates, bares... Eso sí, muchos de ellos realmente prohibitivos. Te invitamos a conocerlas.