PEGO DO INFERNO
Escondida en la parroquia del Santo Estêvão, a solo media hora de la frontera con España, la cascada Pego do inferno es uno de los paisajes más impresionantes del sur de Portugal. Aunque diferente de la imagen turística del Algarve, es una gran alternativa a las playas aglomeradas en verano.
El salto de tres metros de altura es una de las tres cascadas principales del río Asseca, uno de los más importantes de la región de Tavira. Si, por un lado, la altura del salto no impresiona, el color de su piscina natural, sí. El carbonato de calcio de las rocas se acumula en la laguna y hace que el agua brille en un color esmeralda.
El Mirador do Pego, punto más alto de la cascada, ofrece la mejor vista para las piscinas de Pego do Inferno, cuyo nombre puede ser traducido como 'Abismo del infierno'. Según la leyenda portuguesa, este nombre proviene de un accidente. Se cree que un carruaje se despeñó por la cascada, y la falta de suerte en encontrar los cuerpos, ni tras lo más profundo buceo, hizo que se levantara la sospecha de que allí se encontraba la puerta del infierno.
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AZENHAS DO MAR
En el municipio de Sintra, tocando la costa atlántica y muy cerca de Lisboa, se encuentra este encantador pueblo de casas apiladas y blancas que se sostienen encima de la roca, dejando abajo una pared rocosa que llega hasta el mar.
Al ubicarse en el mirador que apunta hacia las Islas Azores, a los pies, hay una piscina natural que se enfrenta al Atlántico cuando la marea está baja, cosa que normalmente ocurre en verano.

LORIGA
Esta playa fluvial destaca por ser la única de Portugal ubicada en un valle glaciar. El manantial del Valle de Loriga forma cascadas, lagos, y las piscinas naturales con aguas tan heladas como cristalinas. El pueblo de mismo nombre, en el distrito de la Guarda, forma parte de los hermosos paisajes del Parque Natural de la Sierra de la Estrella.
La temporada indicada para el baño es entre julio y agosto, pero el complejo tiene atracciones para todas las estaciones. Las verdes infinity pools incrustadas en la montaña son tan perfectas que despiertan sospechas. Y es que, en efecto, se trata de una obra conjunta de la naturaleza y el hombre. Eso sí, en su origen, estas terrazas acuáticas no estaban destinadas al veraneo, sino al regadío, lo que no quita que, con el tiempo, se haya convertido en un parque acuático al natural.

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FOZ D'ÉGUA
La piscina natural de Foz D'Égua está formada por la confluencia de los arroyos Piódão y Chãs d'Égua, que en su camino hacia el río Alvoco, son represadas para formar uno de los espejos de agua más bellos del país.
Este pequeño pueblo del municipio de Arganil parece haber salido de los libros de Tolkien, sus pequeñas casas de esquisto y pizarra incrustadas en la montaña parecen albergar a la familia de los primos portugueses de los hobbits. Dos puentes de piedra en forma de arco conectan este verde valle de la Serra do Açor, desde donde se puede tener una vista panorámica de la piscina natural formada por los dos ríos.
A escasos cuatro kilómetros de Foz D'Égua se encuentra el pueblo histórico de Piódão, que posee las mismas características encantadoras, pero en mayor escala. Al ser más conocido, Piódão acaba eclipsando la pequeña aldea de hobbits, lo hace que todo aquel que llega a Foz D'Égua encuentre un lugar remoto e inmerso en la naturaleza.

Foto: Vitor Oliveira @portuguese_eyes
PENHA GARCIA
Este espejo de agua se encuentra en el Geoparque Naturtejo, considerado Geoparque Mundial de la UNESCO. Está formado por las aguas represadas del Río Pônsul, y por las altas paredes de roca granítica del valle. La forma geométrica de la piscina delata su reciente construcción, pero los fósiles de 480 mil millones de años que guardan las piedras del Parque Icnológico de Penha Garcia ofrecen un baño de historia.
La cabecera de río que sale de las montañas da una excelente calidad al agua, que por ser corriente, se mantiene naturalmente limpia. La cascada, la presa y la Playa Fluvial do Pego se pueden apreciar mejor desde el elevado mirador del castillo de Penha Garcia, que corona este pueblo fronterizo con Extremadura.

PLAYA FLUVIAL DE LAPA DOS DINHEIROS © JOSÉ CONDE
LAPA DOS DINHEIROS
Las dulces piscinas de este pueblo están situadas a menos de 100 kilómetros de la frontera española. Más concretamente en el Parque Natural de la Sierra de la Estrella donde el río Ribera da Caniça crea este capricho fluvial.
La playa de Lapa dos dinheiros es pública, cuenta con una buena infraestructura para recibir a los visitantes, pero pese a ello no ha dejado de estar perfectamente integrada a la naturaleza. Por eso recibió el sello de bandera azul, símbolo de calidad medioambiental asignado anualmente a las playas, puertos de recreo y marinas.
El abrupto relieve del pueblo, que se encuentra a 700 metros de altura sobre el nivel del mar, forma una sucesión de pequeñas cascadas conocidas como 'caídas de agua de Caniça' y el entorno cuenta con el valioso conjunto castañas centenarias Souto da Lapa, formado por especies de flora raras en la región.

Piódão
Ubicada en el pueblo que recibe el mismo nombre, esta playa fluvial de la Serra do Açor es conocida por el paisaje natural que la envuelve, por el característico complejo urbanístico y por su arquitectura.
Ha sido galardonada con La Bandera Azul y Calidad de Oro en distintas ocasiones desde 2016 hasta ahora por sus magníficas aguas cristalinas que, por el corriente, tallan la pizarra que envuelve la zona.