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Las veinte playas más bonitas de Cataluña

Desde las salvajes calas de la Costa Brava hasta los grandes arenales de la Costa Daurada, pasando por playas escondidas a solo media hora de Barcelona.

A todos los atractivos de Cataluña hay que sumarle el mar. No podía ser de otro modo para una comunidad que se baña en el Mediterráneo. Así, a las maravillas arquitectónicas de Antoni Gaudí, a las fantasías artísticas de Dalí, al patrimonio monumental, a la modernidad de Barcelona, al paisaje de los Pirineos, hay que añadir el variado litoral catalán, donde encontramos algunas de las mejores playas de España. Hay paisajes de postal y playas para todos los gustos, de piedras o de arena fina, con acantilados, salvajes, arenales extensos, calas escondidas, urbanas a poco más de media hora en tren desde Barcelona, o rincones tranquilos propios de pescadores.

Para tomar el sol, practicar deportes acuáticos, bañarse, o hacer senderismo, la Costa Barcelonesa esconde algunas joyas en el Garraf o las animadas playas de Sitges, la Costa Daurada cuenta con extensas lenguas de arena, mientras que la Costa Brava con calas escondidas entre acantilados. En definitiva, Cataluña es una comunidad con una arraigada tradición marinera que se palpa en la cultura y el modo de vivir de los pueblos costeros.

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Foto: Turismo Costa Brava | Josep Miquel Guasch

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Calas de Cap de Creus (Girona)

El Cap de Creus concentra en una reducida zona geográfica muchas de las mejores playas de España. En el norte de la Costa Brava, se encuentra el Parque Natural de Cap de Creus, una prolongación de los Pirineos hasta el mar y el punto más oriental de la península Ibérica. Aquí están algunas de las calas más espectaculares de España, como Cala Culip, con una geología y un mar espectaculares. Otras calas igualmente imprescindibles en la zona son Cala Prona, Cala Jugadora y Cala Culleró.

Playa Penya Tallada, Salou (Tarragona)

Foto: iStock

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Playa Penya Tallada, Salou (Tarragona)

Se trata de uno de los paisajes más bellos de la costa rocosa de Tarragona. La Penya Talla (“peña cortada” en catalán) es una cala pequeña e íntima que se caracteriza por una formación rocosa erosionada en forma de pared que entra directa en el mar. Se accede a través de una escalera que desciende hasta el arenal. No cuenta con equipamientos, pero a cambio permite disfrutar de su belleza salvaje. Sin duda, todo un clásico entre las mejores playas de Cataluña.

Foto: Turismo Costa Brava | Francesc Tur

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Playa de Castell, Palamós (Girona)

Más que una playa, un símbolo. Es uno de los pocos arenales que se conservan totalmente vírgenes de la Costa Brava, o al menos así se le considera desde que los vecinos de la zona lucharan para conservarlo tal cual se encuentra. Tiene forma de una media luna de unos 300 metros de arena fina rodeada de bosques de pinos y de campos de cultivo que son regados por el canal de l’Aubi que desemboca en la playa.  Además, la playa de Castell tiene cerca una serie de vestigios arqueológicos de gran valor como el poblado ibérico, en uno de sus extremos, que data del siglo I d. C. 

Cala Jovera, Tamarit

Foto: Shutterstock

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Cala Jovera, Tamarit (Tarragona)

Un castillo para una playa. El de Tamarit es un arenal pequeño a los pies de un castillo, lo que lo convierte en uno de los más pintorescos de Cataluña. Ubicada en el término municipal de Tarragona, esta cala de arena fina y dorada y aguas tranquilas, es el espacio en el que se encuentran los restos de un antiguo poblado amurallado que se remonta al siglo XI. Cerca de Tarragona, ofrece todos los placeres de una playa salvaje pero con servicios como aseos y duchas, por lo que es ideal para ir con niños. El acceso no es apto para todos los públicos.  

Cala Aiguablava, Begur (Girona)

Foto: iStock

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Cala Aiguablava, Begur (Girona)

En esta pequeña cala se encuentran todas las características que hacen famosa a la Costa Brava: acantilados, vegetación densa de pinares y aguas cristalinas. En concreto, es la calidad del agua la que da nombre a esta pequeña cala del litoral de Begur: Cala Aiguablava ("agua azul" en catalán). Con escasos 100 metros de longitud y de arena fina y dorada, esta cala es una de las más famosas de Cataluña. A su bello entorno hay que sumarle las comodidades de su equipamiento y sus accesos adaptados a todo los públicos.  

Cala Sa Tuna, Begur (Girona)

Foto: Shutterstock

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Cala Sa Tuna, Begur (Girona)

Esta cala es digna de postal. En su origen fue un barrio marinero, y todavía conserva su encanto con algunas bellas casas tradicionales que dotan el lugar de un aire pintoresco. Sa Tuna es una cala semiurbana situada en el municipio de Begur, en el corazón de la Costa Brava. La playa de unos 80 metros de grava está ubicada próxima al camino de ronda, lo que invita a explorar el entorno y disfrutar de las vistas. Se encuentra protegida de las olas y corrientes por la punta d’es Plom por lo que sus baños en aguas transparentes son tranquilos. Dispone de una rampa de acceso y está equipada con diferentes servicios. 

Cala Aigua Xelida, Tamariu (Girona)

Foto: iStock

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Cala Aigua Xelida, Tamariu (Girona)

Es una de esas calas mágicas de la Costa Brava. Se encuentra en el municipio de Tamariu, en Palafrugell, y es el punto de llegada del camino de ronda que pasa a través de bosques de pinos y que parte de Cala Pedrosa. Sus dimensiones son reducidas, pero no la belleza del enclave: pinos y rocas que llegan al mar. Uno de los bañistas más ilustres de esta cala fue el famoso escritor Josep Pla. 

Foto: Turisme Costa Daurada | Joan Capdevila

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Playa El Torn, Hospitalet de l'Infant (Tarragona)

Se trata de una de las clásicas playas naturistas de la costa de Tarragona. Ubicada cerca del municipio de Hospitalet de l’Infant, se caracteriza por un litoral limpio de aguas cristalinas gracias a la presencia de praderas de posidonia. Con cerca de 2 kilómetros de arenal, es un espacio declarado de interés natural rodeado de pinos y montañas que descienden hasta el mismo mar. Cuando se llega a este paraje es fácil olvidar los complejos turísticos que se han ido desarrollando a lo largo de los años en algunas zonas del litoral de Cataluña.

Playa de Sant Sebastià, Sitges (Barcelona)

Foto: iStock

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Playa de Sant Sebastià, Sitges (Barcelona)

La costa de Sitges, uno de los municipios más carismáticos de Cataluña, es una de las más populares y concurridas del litoral catalán. Alrededor de la ciudad hay más de cuatro kilómetros de costa y unas 18 playas, una interesante oferta cultural, gastronomía y ocio nocturno. Por todo ello, el lugar es escogido por familias y también es uno de los destinos destacados de forma internacional entre los de ambiente gay. Del amplio listado de playas, las hay para todos los gustos, pero quizá la más representativa sea la playa de Sant Sebastià, junto con La Fragata, entre el casco antiguo y el puerto deportivo de Sitges. Con ambiente marinero, es una playa familiar con una longitud de unos 200 metros de fina arena. Desde la playa se disfruta de vistas panorámicas del casco antiguo. El arenal dispone de todos los servicios y su acceso está adaptado a todo tipo de público. 

Cala Pola, Tossa de Mar (Girona)

Foto: iStock

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Cala Pola, Tossa de Mar (Girona)

A tan solo 4 kilómetros de Tossa de Mar, municipio de la provincia de Girona que cuenta con algunas playas y calas de gran belleza, se encuentra esta característica cala de la Costa Brava, de arena gruesa y dorada y aguas cristalinas hasta las que descienden las montañas de alrededor completamente cubiertas de pinos. En esta ensenada de gran belleza paisajística, el mar se muestra calmo, por lo que es ideal para baños con niños.  

Cala Fonda (Tarragona)

Foto: Shutterstock

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Cala Fonda (Tarragona)

La Cala Fonda, o, popularmente, Waikiki (sí, como la de Hawai), es una playa de arena gruesa de difícil acceso, sin servicios ni instalaciones de ningún tipo. Por contrapartida, mantiene su belleza salvaje en el espacio del bosque de la Marquesa que se ha librado de los desarrollos urbanísticos de esta parte de la costa de Cataluña. Muy conocido por los amantes del nudismo, este paraíso cercano a Tarragona se alcanza caminando desde las populares playa de la Móra (al norte) y desde la playa Larga (al sur).

Foto: Turismo Costa Brava | Raria Geli

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Cala Montjoi, Roses (Girona)

Esta playa de arena oscura y bolos es una de las más familiares de la Costa Brava. Se ubica en el interior del Parque Natural del Cap de Creus, desde el que se ven algunas de las mejores puestas de sol de todo Cataluña. La cala es de carácter semiurbano, escasamente edificada, se halla en una zona apartada y de gran belleza. A su alrededor y a muy poca distancia, se encuentran algunos de los lugares de buceo más conocidos del litoral de Begur. La Cala Motjoi es también ideal para navegar en kayak, siendo sus aguas calmas al encontrarse protegida por la punta de la Ferrera.

Foto: Turisme Costa Daurada | Joan Capdevila

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Playa de Altafulla (Tarragona)

Pasear por el bello casco antiguo de este municipio de la costa de Tarragona es viajar en el tiempo e impregnarse el ambiente marinero. La playa se encuentra algo más alejada, es urbana, por lo que tiene todos los servicios necesarios para pasar un cómodo día de playa. Dispone de acceso adaptado a todos los públicos. Es una clásica entre las playas con calidad Bandera Azul de la costa de Cataluña.

Foto: Turisme Costa Daurada | Joan Capdevila

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Playa de Creixell (Tarragona)

Esta playa semiurbana de casi dos metros de longitud es una de las mejores de la Costa Daurada para disfrutar de un día de baño en familia. Es de la clase de playas a la que es fácil llegar y tiene todos los servicios necesarios y accesos adaptados. Además, se puede combinar con una visita al casco antiguo del municipio de Creixell.

Gola del Ter, Torroella de Montgrí (Girona)

Foto: Shutterstock

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Gola del Ter, Torroella de Montgrí (Girona)

La desembocadura del río Ter forma un paisaje curioso que se aleja de los tópicos de la Costa Brava. Aquí no encontrarás acantilados ni bosques de pinos que alcanzan casi la orilla del mar. Pero eso no significa que no nos encontremos en una de las playas más bellas de Cataluña. Esta playa, también conocida como playa de la Fonollera es un espacio tranquilo de fina arena de una gran importancia ecológica. A medida que el río llega a su desembocadura, se forman lagunas entre dunas y juncos, desembocando en forma de lengua de arena entre agua dulce y salada.

Foto: Turismo Costa Brava | Santi Font

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Playa de Sant Pere Pescador (Girona)

La playa de Sant Pere Pescador, ubicada entre la desembocadura del río Fluvià y la del Riuet, es la que tiene mayor extensión de toda la bahía de Roses. Suma algo más de 6 kilómetros de arena fina y dunas de poca profundidad. Dada su extensión, está dividida en diferentes zonas, cada una con su propio nombre, y hay espacio para todos los públicos. Es especialmente conocida porque algunas zonas son perfectas para la práctica del windsurf y kitesurf. También dispone de otros rincones para los naturistas. 

Foto: Turismo Costa Brava | Maria Geli i Pilar Planagumà

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Playa del Portitxol, Empúries (Girona)

A esta playa de arena fina y dorada y aguas tranquilas se puede llegar a pie desde el paseo marítimo de Empúries, municipio de la Costa brava donde se ubica. Su acceso es fácil y es por ello que su ambiente es familiar entre formaciones rocosas y bosques de pinos. Próximo hay un mirador con bellas vistas a la bahía de Roses, la costa de Empúries y el casco urbano de L’Escala. En la costa hay una serie de salientes rocosos que ofrecen una gran oportunidad para la práctica de snorkel. Frente a la playa se ubica el Hotel Empúries, un popular edificio histórico que data de principios del siglo XX y que fue construido para alojar a los arqueólogos de las ruinas de Empúries.

Playa de Ribes Rojes, Vilanova i la Geltrú (Barcelona)

Foto: Shutterstock

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Playa de Ribes Roges, Vilanova i la Geltrú (Barcelona)

En esta playa de arena fina tiene hogar la diosa griega Pasífae, madre del Minotauro. Y es que la escultura de Òscar Estruga es todo un icono de esta playa urbana dotada de todos los servicios necesarios para pasar un día agradable de baño en familia. La playa se ubica en un entorno urbano y residencial, en el animado paseo de Ribes Roges. Además, colindante a este popular arenal se encuentra el Parc de Ribes Roges, una zona verde con numerosos árboles y jardines con un circuito de trenes en miniatura. 

Foto: Barcelona es molt més | Felipe J. Alcoceba

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Playa de Ocata, Masnou (Barcelona)

Por su proximidad a la ciudad de Barcelona podría pasar por una más de las playas de la ciudad condal; pero no, pertenece a la localidad del Masnou. Para disfrutar de este sorprendente arenal basta subirse al tren e invertir media hora de trayecto. Sus cerca de 2,5 kilómetros suele disfrutar cada año del distintivo de bandera azul. Tiene zona habilitada para la práctica del nudismo

Les casetes del Garraf (Barcelona)

Foto: iStock

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Les casetes del Garraf (Barcelona)

Esta playa de 380 metros de longitud, arena fina y piedras, fue en su día un pequeño barrio marinero. Hoy aún se conservan las barracas de madera de característicos colores blanco y verde que los marineros usaban para guardar sus útiles y que dan nombre a la playa. Se ubica en el núcleo urbano de Garraf, a menos de media hora de trayecto en tren, y es un espacio de calma que dispone de duchas y baños públicos.

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