En invierno, el mar Cantábrico viste las playas del País Vasco con un aire de magnificencia hasta tal punto que uno se siente insignificante. Las olas chocan contra acantilados cubiertos del verde norteño y la bruma marina se expande por los arenales dejando a la vista algunas de las mejores playas de España. En cambio, en verano, el sol deshace todo lo anterior, los escarpados paredones parecen hacerse más humanos, más pequeños, las playas se llenan de bañistas y las aguas de surferos esperando domar olas salvajes.
El mar se vive en cada rincón de este enclave del norte de España. Se siente en cada puerto donde amarran los barcos cansados después de una dura jornada faenando, se siente en la forma de ser de los que habitan estas tierras, pero sobre todo, se hace palpable en sus platos que configuran una de las mejores gastronomías del mundo, hogar de chefs tan reputados como Martín Berasategui, Juan Mari o Elena Arzak.

El mar Cantábrico es parte de la esencia e historia del País Vasco. Es un mar que protagoniza paisajes espectaculares, que contribuye a un clima suave y templado, que muestra lo sublime de la naturaleza. Las playas del litoral vasco son especiales: las podemos visitar en verano o en invierno y nunca pierden su encanto. Las hay que se abren paso entre afilados acantilados, las hay rodeadas de prados, solitarias, salvajes, urbanas, de aguas bravas o tranquilas. Entre ellas, hay algunas de las mejores playas de España y también algunas de las mejores olas del cantábrico para surfear.
En las playas del País Vasco se siente el mar en todos sus rincones, en especial en los pueblos marineros, en los puertos cargados de tradiciones, y, evidente, en la mesa. De ello, del sabor del mar en el plato, se encarga la famosa gastronomía vasca. Sólo hay que escoger; pero con la seguridad de que, ya sea en Bizkaia, especialmente en algunos de los arenales ubicados en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, o en Gipuzkoa, con, por ejemplo, la aristocrática playa de Zarautz, vamos a encontrar el marco perfecto para disfrutar del mar y de días de playa.