
En los 800 kilómetros de litoral del mar Cantábrico se encuentran algunas de las mejores playas de España para la práctica del surf. La costa abrupta y verde de la costa recibe fuertes y constantes vientos del noroeste que generan olas de hasta tres metros de altura. En ocasiones, principalmente en otoño e invierno, incluso mayores. Con estas condiciones, no es casualidad que la cultura del surf se asentara pronto en el norte de nuestro país.
Los primeros surfistas nacionales de los que se tiene noticia son del norte de España. El asturiano Félix Cueto Serrano, junto a otro de los pioneros, el santanderino Jesús Fiochi, son leyendas dentro del imaginario surfero. Félix Cueto cogió su primera ola sobre una tabla de fabricación casera en los años 60. Mientras que Jesús Fiochi hizo lo propio sobre una "Barland" roja que le envió su hermana desde Francia. Probablemente fue la primera tabla de surf en llegar al país.
Es muy posible que al coger sus primeras olas, estos precursores del surf español, se sintieran como describe William Finnegan en el libro autobiográfico, Años salvajes: "Un día de verano, cuando tenía diez años, cogí allí mis primeras olas de pie. No recuerdo que nadie me diera instrucciones... La sensación de velocidad, sobre todo la de deslizarme sobre la superficie del agua fue haciéndose más y más intensa”.
No es solo deporte, o la adrenalina, o la sensación de libertad; el surf es una forma de conocer el mar y disfrutar de su belleza. Así que, ¿estás preparado para surfear? No solo en Hawái o Australia se cabalgan buenas olas. Algunos enclaves dentro de la geografía española son perfectos para montarnos en nuestra tabla y... ¡disfrutar!