Viajes National Geographic print

Los mejores viajes y escapadas más inspiradoras para el mes de septiembre

Nueva York, Irlanda, la Costa Azul, Viena, Salamanca y la Isla de Pascua protagonizan el número de septiembre de la revista Viajes National Geographic.

Destinos urbanos, de arte y de naturaleza, la revista Viajes National Geographic acaba el verano con propuestas que auguran un otoño glorioso, repleto de novedades arquitectónicas y estimulantes ideas para pasar desde un fin de semana hasta un mes entero.

Acantilados de Moher
Foto: istock

Irlanda

El viaje por la costa oeste desde Galway hacia las penínsulas del sur (Dingle, Iveragh y Beara) descubre una naturaleza espectacular, además de islas y pueblos que son un refugio del gaélico y la música irlandesa.

La primera etapa de este recorrido discurre por el característico paisaje de turberas, muros de piedra seca y casas con tejado vegetal de Connemara, parque nacional hermanado con las cercanas Islas Aran (Inis Mór, Inis Meáin e Inis Oírr), que encarnan la Irlanda más tradicional y fueron inspiración de poetas y artistas del siglo XIX.

Los acantilados de Moher y el paisaje geológico de The Burren constituyen el otro gran hito de esta costa antes de alcanzar la península de Iveragh y recorrer el Anillo de Kerry. En esta ruta panorámica de 179 km hay paradas fabulosas: Ladies View, la cascada de Torc (20 m de alto) o el paso de Dunloe. El cercano parque nacional de Killarney reúne las cumbres más altas de Irlanda, además de bosques, cascadas, lagos y el castillo medieval de Ros. Las islas Skellig, con su monasterio de piedra del siglo VI y la panorámica península de Beara completan este viaje por una Irlanda inolvidable.

 

Nueva York
Foto: iStock

NUEVA YORK

Manhattan no para de reinventarse con iconos arquitectónicos que comparten espacio con los referentes clásicos y que ofrecen nuevos motivos para visitar la ciudad por primera, segunda o enésima vez.

Este reportaje se adentra en barrios que hasta hace poco estaban apartados de la rutas habituales y que ahora despuntan como focos de vanguardia artística y gastronómica, como la zona del Trade Center, Hudson Yards, el parque The High Line o la renovada orilla del Hudson en Jersey.

Después del mirador del Empire State Building y el Top of the Rock del Rockefeller Center, los visitantes pueden disfrutar de las vistas desde la One WTC (2014), el Summit One Vanderbilt (2020), o la isla levantada sobre pilones con forma de copa de Little Island. Y tras todo ese derroche de vanguardia, la paz de Central Park, los tesoros románicos de The Cloisters y las obras del Metropolitan Museum o del MoMA.

Saint Tropez
Foto: istock

la COSTA AZUL

Un viaje rumbo a Niza en busca de esa luz que acaricia playas rodeadas de pinos y se cuela entre las calles de los pueblos provenzales. Esta es la región mediterránea que enamoró a los viajeros europeos del siglo XIX, que cautivó a artistas de inicios del siglo XX como Renoir, Picasso o Chagall, y que atrajo en los años 50 y 60 a las celebridades del cine y la moda.

Saint-Tropez, Saint-Paul-de-Vence, Antibes, Cagnes-sur-Mer, Cannes y Niza son el hilo conductor de esta ruta. El reportaje también se detiene en rincones que conservan su carácter indómito: el parque natural de las Calanques, donde la costa se repliega y retuerce formando pasadizos de roca caliza, y las Islas de Hyères (Port-Cros, Porquerolles y Le Levant), boscosas y sin tráfico, con edificios de la belle époque y antiguos fuertes militares. En un viaje tan cromático e intenso no podía faltar el pueblecito de Grasse, cuna del perfume.

Belvedere. Viena
Foto: istock

VIENA

Sus múltiples capas históricas y artísticas la confirman como una de las capitales europeas más estimulantes. A lo largo de los tres paseos de este artículo aparecen monumentos, museos, cafés y jardines para disfrutarla a fondo en una escapada de pocos días.

El legado imperial de los Habsburgo lo impregna todo, pero la capital austriaca anima a perderse por pasajes semiescondidos, a probar tartas con pedigrí, a saciarse de pintura universal o a degustar vinos 100% vieneses mientras se contempla la luz del atardecer cayendo sobre el Danubio.

El paseo por el casco viejo empieza a 136 m de altura, en el último piso de la torre Sur de la catedral de San Esteban. A diferencia de otras capitales europeas, el núcleo de la ciudad es un conjunto espacioso, con mayoría de calles amplias que desembocan en plazas con iglesias barrocas y fuentes culminadas por estatuas de santos o de emperadores.

Viena. Hundertwasserhauss
Foto: istock

Los museos de arte y los palacios centran el segundo de los paseos. La majestuosa plaza María Teresa es el punto de partida de un itinerario que empieza en el Museo de Historia del Arte, sigue en el Museums Quartier y el Leopold Museum, y alcanza el insólito edificio Wiener Secession. El palacio del Belvedere con su colección de Klimt será el magnífico preámbulo a la vista del Schönbrunn, la suntutosa residencia estival de los Habsburgo.

El tercer día en Viena puede dedicarse a explorar más allá del Ring, conocer los chocantes edificios Hundertwasserhaus e incluso andar por las colinas que se alzan al norte y cuyos pueblecitos son ahora suburbios idílicos, rodeados de viñedos y con vistas que merecerían una sinfonía con cada atardecer.

isla de Pacua
Foto: istock

ISLA DE PASCUA

Casi 4.000 km separan la costa chilena de Rapa Nui, la isla de los moáis. Este enigmático destino cuenta con fabulosos senderos que bordean volcanes y acantilados, un territorio remoto, anclado en medio del Pacífico, repleto de leyendas sobre una civilización que aún no ha revelado todos sus secretos.

De entre las mil maravillas que acumula la isla, destaca el volcán Rano Raraku y los centenares de esculturas dispersas por sus laderas. O la playa de Anakena, de arena coralina, blanca y fina, que tiene varios ahus, plataformas rituales con moáis. Y el asombroso volcán Rano Kau cuyo cráter mide más de un kilómetro de diámetro y contiene una laguna de agua dulce y una aldea ceremonial en el borde superior. La Isla de Pascua es un viaje mítico, soñado, que no defrauda.

Salamanca
Foto: istock

SALAMANCA

Adentrarse por la bella ciudad universitaria es como pasear por las páginas de un libro de historia, arte y literatura con la diferencia de que en Salamanca el que el tiempo no se ha detenido y ahora cautiva con una sensacional oferta de ocio y gastronomía. Desde el puente romano y la modernista Casa de Lis hasta la Catedral, la Universidad, la Casa de las Conchas y la animada Plaza Mayor, Salamanca triunfa entre las ciudades españolas más completas.

A solo hora y media en coche se abre uno de los cañones fluviales más ricos en biodiversidad y patrimonio etnográfico de la Península Ibérica: los Arribes del Duero, un parque natural que comparte límites con Portugal y que abarca el tramo más espectacular del río. La naturaleza es aquí la protagonista absoluta con enclaves como la cascada del Pozo de los Humos (Masueco), el mirador del Picón de Felipe (Aldeadávila) o los de las Janas y el del Salto (Saucelle).

Playa de Montalvo (Sanxenxo)
Foto: istock

RÍAS BAIXAS

En la provincia de Pontevedra, la comarca de O Salnés es un enclave perfecto para disfrutar de la costa de las Rías Baixas. Su clima, paisaje y gastronomía son una tentación, pero además alberga pueblos, ermitas románicas y playas de largos arenales que invitan a alargar la estancia varios meses.

Canterbury
Foto: istock

CANTERBURY

Faro de peregrinos y foco de intrigas políticas durante la Edad Media, esta ciudad tiene en su catedral una de las joyas históricas de Inglaterra. Desde que se franquean las magníficas Westgate Towers hasta que se pasa bajo la gótica Christ Church Gate, el visitante se siente inmerso en los tiempos del arzobispo Thomas Becket o del impetuoso rey Enrique VIII.