Mercados flotantes del mundo

Los efectos de colores y sabores que encontramos en los mercados flotantes se ven multiplicados por el espejo de sus aguas

1 /7

Foto: Getty Images

1 / 7

Damnoen Saduak, Tailandia

Al sur de Bangkok, el mercado de Damnoen Saduak es el mayor de los que se realizan en el delta del Chao Phraya, donde las barcazas con alimentos colorean las oscuras aguas del río.

Foto: AP Images

2 / 7

Taling Chan, Bangkok, Tailandia

Una de las estampas más tradicionales de Tailandia es la que regalan sus mercados fluviales. En el pasado, la falta de carreteras en las áreas rurales hizo que los campesinos navegaran por ríos y canales para transportar y vender sus frutas y verduras frescas. En la imagen, una mujer tailandesa vende noodles fritos desde su barca cerca del mercado de Tailing Chan, en la ciudad de Bangkok

Foto: Getty Images

3 / 7

Canoas-cocina

En algunas barcas del río Chao Phraya, Tailandia, se sirven platos recién hechos, como este rollito de primavera con fideos caramelizados. 

Foto: AP Images

4 / 7

Lago Dal, Cachemira, India

Las aguas del lago Dal reflejan los vecinos picos del Himalaya y las mezquitas de la ciudad de Srinagar, al norte de la India. Es habitual alojarse en casas flotantes, construidas con aromática madera de cedro, así como explorar el lago en sikhara, la barca tradicional. 

Foto: AP Images

5 / 7

Lago Dal, Cachemira, India

Al alba, los aldeanos venden desde sus botes las hortalizas y flores de loto cultivadas en las islas artificiales del lago, donde crecen también pequeños bosques. En la imagen, los vendedores se toman un descanso durante la jornada de trabajo.

Foto: AP Images

6 / 7

Phong Dien, Vietnam

En el delta del río Mekong, al sur de Vietnam, el río se ramifica y crea toda una red de canales por las que circula una gran cantidad de mercancías. A pocos kilómetros de la desembocadura, en el río Hua, la actividad comercial es frenética durante las primeras horas de la mañana en el mercado de Phong Dien.

Foto: Gtres

7 / 7

Lok Baintan, Indonesia

El río Martapura discurre cerca de la capital de la localidad indonesia de Banjarmasin, también conocida como la ciudad de los mil ríos. Como ocurre en muchos de los mercados, aquí las mujeres son el motor del lugar. Dirigen sus barcas, cargan y descargan la mercancía y son también las encargadas de mostrar y vender el producto. 

Artículo relacionado

Todo viajero sabe que cuando visita una ciudad es preciso acercarse a alguno de sus mercados para empaparse de la esencia de su cultura y sus habitantes. La vida que desprenden, el ajetreo y el trajín nos dan una idea muy cercana a la realidad más cotidiana de los lugares que, como forasteros, a menudo resulta complicado captar.

Cuando además, al concepto de mercado tradicional le añadimos que dicho mercado se desarrolla sobre el agua resulta todavía más exótico y atractivo. Y esto es lo que sucede con la mayoría de mercados en la región del sur de Asia. La escasez de vías de comunicación en las zonas rurales junto con las condiciones climáticas, cuya principal característica es el elevado grado de humedad, llevó a sus habitantes a encontrar la mejor manera de desplazarse y hacer llegar los productos más lejos para poder comercializarlos.

Así, durante las primeras horas de la mañana, los canales, ríos y riachuelos cercanos a las ciudades se despiertan muy temprano, aprovechando las horas más frescas del día, y sus aguas hierven con el ir y venir de decenas canoas y barcos que intercambian los productos procedentes de los campos de cultivo. Vendedores, compradores y viajeros madrugadores comparten uno de los momentos más productivos de la jornada.