El Geoparque Mundial Montañas do Courel protege uno de los lugares de mayor valor paisajístico, humano y geológico de Galicia: rocas imponentes, tradiciones ancestrales y bosques frondosos que son el hábitat privilegiado de animales emblemáticos como el lobo e incluso el oso.
El Sil todavía señorea estas tierras verdes, que en otoño e invierno se tiñen con el tono rojizo o amarronado de las vides que cubren las laderas hasta morir en el río. Avanzando hacia el norte, el paisaje va mudando su aspecto y cede protagonismo al imponente macizo. Desde los miradores se percibe claramente el plegamiento de Campodola-Leixazós, uno de los valores geológicos más destacados de este lugar, que sorprende tanto a especialistas como a viajeros curiosos.