Heraclio Fournier fundó su fábrica de naipes en Vitoria en 1868. Rápidamente el negoció prosperó y sus productos se distribuyeron en todo el mundo. La historia de aquella fábrica va estrechamente ligada a la de la ciudad vasca, tanto que en 1994 se creó el Museo Fournier de Naipes para albergar antigua maquinaria, colecciones de naipes y otras curiosidades. En toda la geografía española existen muchísimos ejemplos como este, museos que muestran el día de las ciudades y pueblos que los han creado y fomentado.
Espejo de la sociedad
Este también es el caso de Tazacorte, en La Palma, con un museo dedicado a su principal actividad económica, el plátano. Ubicado en una enorme extensión de palmeras fue fundado en 2004 y muestra todo aquello que rodea a la producción de esta fruta en La Palma, desde su origen y cualidades dietéticas, proceso de recolección, hasta la importancia que su exportación tiene para la isla. Otro museo interesante vinculado a la economía del lugar es el dedicado a la minería que hay en El Entrego, Asturias. La evolución histórica de la tecnología minera, la vida de los mineros, las formas de extracción son junto a la recreación de una mina, sus principales puntos de interés. Un museo para comprender la dureza de quienes trabajaban en ella.
Curiosidades en el museo
El chocolate, las setas, el aceite... muchos productos cotidianos forman parte de la red de museos de España. En Barcelona, uno de los más curiosos es el dedicado al mundo del perfume, con más de 5.000 recipientes procedentes de todas las culturas y épocas. Otra curiosidad es el Museo de Microminiaturas de Guadalest (Alicante) donde el visitante puede observar a través de potentes lupas la Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca, un elefante modelado en los ojos de un mosquito, el Guernica de Picasso pintado en una semilla o un camello paseando por el ojo de una aguja.