¡Por Tutatis!

De excursión con el Rey Arturo

Planes al aire libre para captar lo mejor de la Bretaña francesa.

Surcada por rutas senderistas, itinerarios adaptados para bicicletas y canales fluviales, Bretaña es un campo inagotable para el viajero que elige prescindir del coche y lanzarse a descubrir el territorio a un ritmo lento y gustoso. Además, estos son los paisajes del rey Arturo y el mago Merlín, un universo de fábulas que pueden seguirse sobre el mapa.

 
La gran ventaja de esta región reside en su diversidad de paisajes. En la costa, los faros, puertos, acantilados y playas jalonan las rutas a pie y los recorridos ciclistas. Mientras que en el interior, los circuitos pasan junto a fortalezas medievales, canales y bosques de robles, hayas y castaños centenarios. Las jornadas pueden completarse con visitas a enclaves situados cerca del camino principal o de los muelles, como capillas solitarias, grutas camufladas entre la espesura, vestigios celtas y restos megalíticos. Por otra parte, 
 
Asimismo cabe destacar las excelentes infraestructuras, desde la señalización hasta los alojamientos: un viaje 100% fácil, además de placentero.
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CAP DE LA CHEVRE

Foto: iStock

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CAP DE LA CHEVRE: el sendero de los aduaneros (Gr-34)

Desde St-Nazaire hasta el Mont-St-Michel, todo el litoral bretón está ribeteado por un camino de 1.800 kilómetros construido en 1791. Se lo llamó Sendero de los Aduaneros porque servía para controlar el contrabando. En el siglo XX quedó abandonado hasta 1968 cuando se acondicionó como GR con las clásicas marcas rojas y blancas. El itinerario bordea calas y acantilados, pasa por pueblos y alcanza faros con vistas magníficas. Se suele acometer por tramos de 2 o 8 jornadas. En verano conviene reservar con antelación los alojamientos. Una red de autobuses conecta los puntos de partida y llegada del sendero.

 

 

 

CANAL NANTES-BREST

Foto: iStock

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De río en río, de Nantes hasta el Mar

Recorrer Bretaña en barco es una de las opciones más plácidas y familiares. Las embarcaciones cuentan con cocina, camarotes o camas que se transforman en mesas y sofàs. Se alquilan por días o semanas. 

Canal Nantes-Brest: 236 esclusas permiten navegar a lo largo de 360 km desde la ciudad de Nantes hasta el puerto de Brest. Se pasa por ciudades encantadoras como Rohan, la abadía de Bon-Repos y la fortaleza de Josselin. El recorrido se puede completar en una semana.

Canal le Blavet: Este desvío del canal de Nantes sigue el curso del río Blavet, entre Pontivy y Lorient (58 kilómetros, 28 esclusas). Atraviesa un valle de robles y pinos, capillas solitarias y casonas centenarias a las que se llega por senderos.

Foto: Gtres

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A pedales por el Cabo Sizun

Pontivy-Nantes. Este recorrido forma parte de la gran ruta Velodyssée, que conecta Roscoff en el norte de Bretaña con Hendaya, en el País Vasco francés. El itinerario consta de 9 etapas de entre 23 y 35 kilómetros. Buena parte del viaje sigue el canal Nantes-Brest.

Roscoff-Concarneau. La ruta que comunica el Canal de la Mancha y la costa atlántica tiene bellas etapas en la zona de Finisterre y Quimper.

El valle de Blavet. Se han trazado 4 recorridos fáciles por las capillas de este idílico valle bretón.

Foto: Gtres

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Refugios de magos y hadas

Bosque de Huelgoat. Famoso por su caos de rocas –según la leyenda, causado por el gigante Gargantúa–, de bordes pulidos y en buena parte cubiertas de musgo y líquenes.También hay enclaves míticos, como el río Argent, dominio de las hadas, la gruta de Arturo y la cueva del diablo. Lo más fotografiado son la inmensa roca Champignon y la Roche Tremblant, de 100 toneladas, que se mueve ligeramente si se presiona en un punto concreto.

Bosque de Brocéliande. Concentra numerosos enclaves artúricos: la tumba de Merlín, la fuente de Barenton en la que el mago se daba cita con su amada Viviana, el Valle sin Retorno de la bruja Morgana, el Árbol de Oro y la Fuente de la Juventud.

Cabo Sizun