Hace décadas que Noruega se convirtió en un faro para el resto de países en la lucha contra el cambio climático. Su apuesta por las energías renovables y la creación de ferris 100% eléctricos o de hoteles que producen más de lo que consumen han clocado al país escandinavo al podio de la transición energética. También de la protección de sus espacios naturales. Para ello, recientemente ha anunciado la creación de diez nuevos parques nacionales, añadiendo cuatro zonas totalmente nuevas y convirtiendo seis áreas de conservación del paisaje en esta categoría.
Según Sveinung Rotevatn, ministro noruego de Clima y Medio Ambiente, "la pérdida de biodiversidad debida al desarrollo y la intervención es uno de los mayores retos del mundo", a lo que añadió que Noruega no es una excepción a los impactos de esta amenaza para la naturaleza. "Por ello, el gobierno quiere iniciar ahora más procesos de protección en los que tanto los municipios locales como la Agencia Noruega de Medio Ambiente recomiendan la construcción de un parque nacional", concluye Rotevatn. Estas diez nuevas incorporaciones elevan a 57 el total de parques nacionales noruegos:

Pero esto no es todo, ya que Noruega también tiene previsto ampliar ocho parques nacionales ya existentes. “El estatus de parque nacional es la principal marca de calidad que podemos dar a un pedazo de la naturaleza noruega. Que un área se convierta en un parque nacional significa que [tiene] valores naturales muy especiales que creemos que es especialmente importante que Noruega proteja y cuide para el futuro”, dijo Rotevatn. Bajo esta idea, el gobierno también apuesta por la extensión de parques ya existentes, concretamente de Rohkunborri, Blåfjella-Skjækerfjella, Skarvan-Roltdalen, Femundsmarka, Dovre, Jostedalsbreen, Jotunheimen y Raet.