La tarde del 15 abril de 2019, durante las obras de restauración de la catedral de Notre Dame, sonó una alarma que acabaría siendo el preludio de un incendio de más de 10 horas. Tres años después, con una remodelación en marcha, que se estima que finalice en 2024, el proyecto del estudio del arquitecto paisajista Bas Smets ha sido seleccionado para darle un nuevo aspecto a los alrededores de la mítica catedral de París.
Más de 800 años de historia, 100 de ellos mientras duraba su construcción, iniciada a principios del siglo XII, ardieron ante los ojos de medio mundo. El edificio, Patrimonio de la Humanidad, testigo de momentos históricos, como la Revolución Francesa, la coronación de Napoleón o la expulsión de los nazis, ardió durante horas.
Aún se desconocen las causas de un incendio que a poco estuvo de acabar con el emblema parisino. El andamio de 200 toneladas y más de 100 metros de altura que se instaló para reformarlo acabó siendo un amasijo de hierro fundido cuya retirada puso en duda el posible derrumbe de la catedral. Por suerte, año y medio después, se consiguió despejar para iniciar las obras, cuyo final se programa para el año en que París celebrará los Juegos Olímpicos.
A pesar de que el aspecto de Notre Dame permanecerá fiel a la estética interna y externa que ya tenía, según indicaron las autoridades francesas, no será así con sus alrededores. El arquitecto paisajista Bas Smets ganó un concurso organizado por el ayuntamiento de París para rediseñar los alrededores de la catedral. El ambiente urbano que la rodea prevé ciertos cambios que harán del km 0 francés un lugar más amigable con los visitantes y más preparado contra el cambio climático.
Uno de los principales cambios será el de la parte trasera del edificio, que se abrirá a una gran plaza rodeada por un espacio verde, un lugar que hará aumentar en un 30% la vegetación que existía hasta ahora en los alrededores. A este cambio se suma la instalación de un sistema de asfalto térmico que permitirá enfriar el suelo durante los días de mayor calor. Esta repavimentación se realizará con piedras de canteras francesas que se cortarán al mismo tamaño que los azulejos del interior de Notre Dame, bajo las cuales circulará una fina capa de cinco milímetros de agua para reducir notablemente los grados y producir un microclima más agradable.

Bureau Bas Smets
Además de buscar, a través de ambas medidas, combatir el calentamiento global y crear lo que Smets llama “una secuencia de atmósferas climáticas”, al replantear el espacio público de esta nueva manera se conseguirá también ofrecer nuevos puntos de vista del emblemático edificio, situado en la Île de la Cité. La remodelación también tiene en cuenta el parking subterráneo abandonado, que se convertirá en un nuevo centro de bienvenida de Notre Dame y un museo arqueológico. Además, se ubicarán tiendas, salas habilitadas para grupos,instalaciones sanitarias, servicio de cafetería y recepción.
La remodelación, que comenzará en 2025 y finalizará en 2027, creará, en definitiva, un espacio más abierto y cómodo para el uso urbano que comprende 4.500 metros cuadrados y que recorren no solo los ciudadanos, sino millones de turistas cada año.