La arquitectura del siglo XX de Frank Lloyd Wright
Tras designar, hace tres año, la mayoría de las obras de Le Corbusier como Patrimonio de la Humanidad, la Unesco se ha animado a hacer lo propio con el gran arquitecto estadounidense del siglo XX. ¿Su principal valor? Hacer de su estilo orgánico una verdadera obra de arte en los ocho edificios designados. Entre ellos, destaca el museo Guggenheim de Nueva York, la mítica Casa de la Cascada en Pennsylvania o la Herbert y Katherine Jacobs House de Wisconsin.
Las colinas de prosecco de Conegliano y Valdobbiadene
La Unesco ha puesto sus ojos en el vino y en su cultura ¡y de qué manera! Una tendencia que este año reconoce lo viñedos de este espumoso en el Veneto cuyo corazón son estas dos localidades. En este caso, la singularidad de este bien se basa en los ciglione, las colinas en las que crece este cultivo y donde se mezclan terrazas, arboledas y, por supuesto, viñedos.
Centro histórico de Sheki (Azerbaiyán)
La Unesco, en su inmensa sabiduría diplomática, ha premiado al país huésped de su 43 conferencia reconociendo la universalidad de esta antigua ciudad ubicada en el interior del país. Motivos no le faltan, ya esta urbe designada como capital de la cultura turca de en 2016 tiene un estilo propio fruto de su importancia geoestratégica y comercial. No en vano, en sus edificios del siglo XVIII y XIX abundan las influencias de culturas como Safavid, Qadj y Rusia que en el palacio de los Kanes alcanza su máxima belleza.
Observatorio Jodrell Bank (Inglaterra)
En este caso, el reconocimiento a este lugar viene por su importancia en la historia de la observación del espacio. No en vano, este centro ubicado en medio de la nada en el condado de Cheshire (al sur de Mánchester) fue clave en la transición de la astronomía óptica tradicional a la radioastronomía. Un lugar que, más allá de su valor científico, destaca por su labor divulgativa que hace mediante exposiciones, visitas guiadas y pabellones destinados al gran público.
Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria
Más allá de su valor paisajístico, el corazón de la isla de Gran Canaria ha sido reconocido como patrimonio de la Humanidad por su relevancia como centro religioso prehispánico. Un conjunto en el que destacan los almogarenes, los templos donde tenían lugar las principales celebraciones y ritos en honor de la Madre Tierra.
Iglesias de la escuela arquitectónica de Pskov
Esta ciudad situada muy cerquita de la frontera con Estonia brilla por haber desarrollado un estilo propio a orillas del río Velikaya desde el siglo XII hasta la actualidad. Una corriente que mezcla las influencias bizantinas y de Novgorod y que en el siglo XV alcanzó su máxima expresión. Desde entonces, no ha dejado de evolucionar sin traicionarse, lo que hace de esta ciudad un museo vivo de la arquitectura rusa del último medio milenio.
Santuario de Bom Jesus en Braga (Portugal)
El icono de Braga ha sido, por fin, reconocido por su belleza excepcional. No en vano, se enmarca en la corriente post-Concilio de Trento de crear montes sagrados con los que evangelizar las retinas y complicar un pelín las peregrinaciones más expiatorias. De ahí que su escalinata de los cinco sentidos sea su principal reclamo, con un Via Crucis de estilo barroco esculpido en sus tramos de escalones que culmina en una iglesia imponente de granito.
Edificios Reales de Mafra (Portugal)
Ubicado al norte de Lisboa, este complejo es un vasto conjunto de palacio, basílica y monasterio construido bajo el mandato del rey Jorge V. Una quinta de caza de dimensiones descomunales que ha sido reconocida como patrimonio mundial por ejemplificar como pocas el poderío del Imperio luso en los siglos XVII y XVIII.
Minas históricas de Krzemionki (Polonia)
Este complejo minero destaca por datar del siglo IV a.C y por representar de forma notable cómo era el sistema de extracción de rocas de la Edad de Bronce en el centro de Europa. Pero aún hay más, ya que sus galerías se conservan a la perfección, permitiendo entender cómo era el trabajo de extracción de sílex hace más de dos milenios.
Sistema de gestión del agua de Augsburgo (Alemania)
Es lógico que la Unesco haya quedado prendada de el curioso sistema de cañerías, bombas, depósitos y fuentes de las que presume esta urbe alemana. No en vano, llevan desde el siglo XV con el mismo funcionamiento, un sistema complejo mediante el cual el agua llega a los principales monumentos e, incluso, ha llegado a generar energía en las centrales hidroeléctricas que, con la contemporaneidad, se instalaron en la ciudad.
Paisaje de la cría y entrenamiento de caballos de transporte ceremonial en Kladruby nad Labem (República Checa)
Desde 1579 se estableció en esta localidad ubicada en el curso alto del río Elba un establo para la cría de caballos, la fama de este lugar ha ido creciendo unida a la de sus ejemplares equinos. En torno a la cría y cuidado de estos animales destinados al transporte ceremonial se ha ido desarrollando un complejo que hoy es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una designación que reconoce la labor cultural de la equitación.
Minas de Erzgebirge (Alemania) y Krušnohoří (R. Checa)
Las conocidas como montañas Ore fueron, durante el siglo XVI y XVII, el principal punto de extracción de playa del viejo continente. Después llegó el estaño y el uranio, haciendo que sus galerías hoy sigan vivas y en pleno funcionamiento. Y este es su principal singularidad, el hecho de haber estado a toda marcha durante los últimos ocho siglos, siendo un epicentro de la innovación científica e ingeniera del corazón de Europa.
Writing-on-Stone (Canadá)
En la cuenca del Milk River, justo en la frontera con EE.UU. sorprende este conjunto de rocas que, más allá de su espectacularidad paisajística, destacan por los mensajes que esconden. Y es que aquí, sobre los lienzos de arenisca, la comunidad Blackfoot dejó sus mensajes a los Dioses en el 1800 a.C. convirtiendo este yacimiento en unos de los hallazgos precolombinos más destacados de Norteamérica.
Academias neo-confucionistas de Sowon (Corea del Sur)
Este apacible lugar fue clave para la adaptación de esta religión con la tradición coreana desde el siglo XV hasta el XIX. No en vano, la conexión con la naturaleza de sus templos y espacios fue determinante para que ambas corrientes se dieran la mano no solo en cuestiones de pensamiento, también en el estilo de sus edificaciones que, desde ahora, son Patrimonio de la Humanidad.
Bagan (Myanmar)
Solo el hermetismo y el aislamiento que ha vivido este país durante años explica el hecho de que Bagan no estuviera protegida por la Unesco. De ahí que esta noticia sea más bien un acto de justicia con uno de los complejos religiosos y políticos más espectaculares de Asia. Sus templos, estupas y palacios dan fe del poder que ostentó el imperio de Bagan entre el siglo XI y el XIII.
Jarras megalíticas de Xiengkhouang (Laos)
Ahí, desperdigadas en la llanura del centro de Laos, yacen estas curiosas urnas funerarias que dan fe de la compleja actividad humana que tuvo este lugar desde el 500 a.C. hasta el 500 d.C. y su sorprendente forma de enterramiento.
Foto: © Sakai City Government
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Tumbas Mozu-Furuichi (Prefectura de Osaka, Japón)
Estos conjuntos de Kofun (montículos funerarios japoneses) sorprenden por sus formas curiosas de cerraduras y vieiras y ejemplifican a la perfección la complejidad social y las diferencias de clases que había en esta región de Japón entre el siglo III y el VI d.C.
Foto: © Office of Cultural Affairs, Historical
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Patrimonio minero de Ombilin en Sawahlunto (Indonesia)
Es oficial, este es el año de la minería para la Unesco, de ahí que haya puesto sus ojos, también, en esta zona explotada por la colonia holandesa en el siglo XIX. Su legado, tanto en forma de instalaciones como de infraestructuras, fue clave en el desarrollo de esta industria en el país y, también, de toda la región.
Jaipur (Rajastán)
La ciudad fortificada de Jaipur, en el estado noroccidental de Rajastán, fue fundada en 1727 por Sawai Jai Singh II. A diferencia de otras ciudades de la región ubicadas en terrenos montañosos, Jaipur se estableció en la llanura. Las calles cuentan con negocios flanqueados por columnas que se cruzan en el centro, creando grandes plazas públicas llamadas chaupars. Diseñada para ser una capital comercial, la ciudad ha mantenido sus tradiciones comerciales, artesanales y cooperativas locales hasta el día de hoy.
Ruinas arqueológicas de Liangzhu (China)
Ubicadas en la cuenca del río Yangtze, en la costa sureste de China, las ruinas arqueológicas de Liangzhu (aproximadamente 1300-300 aC) revelan un estado regional temprano basado en el cultivo de arroz en el Neolítico tardío de China. Las ruinas de esta antigua urbe son un ejemplo perfecto de la civilización urbana temprana expresada en monumentos de tierra, planificación urbana, un sistema de conservación de agua y una jerarquía social expresada en enterramientos diferenciados en cementerios dentro de la ciudad.
© Gunditj Mirring Traditional Owners
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Paisaje cultural de Budj Bim (Australia)
Situado en el país de los Gunditjmara, una nación aborígen en el sudeste de Australia, este lugar comprende el volcán Budj Bim y el Tae Rak (lago Condah). Los flujos dejados por la lava del volcán han permitido a los Gunditjmara desarrollar una de las redes de canales de agua más antiguas del mundo. Este sistema de presas y canales sirve para contener las aguas de las inundaciones y para crear cuencas donde atrapar y almacenar la anguila kooyang, que ha proporcionado a la población una base económica y social durante seis milenios.
Túmulos funerarios de Dilmun (Baréin)
Construidos entre el 50 a.C. y el 250 d.C., los túmulos funerarios de Baréin comprenden hasta 21 yacimientos arqueológicos al oeste de la isla. En ellos se encuentran un total de más de 11.000 túmulos funerarios con forma de torres cilíndricas. Estas construcciones son el testimonio de la antigua civilización de Dilmun, durante la cual Baréin se convirtió en un importante centro comercial.
Bosques hircanos
Estos bosques forman una área forestal única que se extiende 850 kilómetros a lo largo de la costa sur del Mar Caspio. La historia de los bosques hircanos se remonta a hace entre 25 y 50 millones de años. Su biodiversidad es más que remarcable: un 44% de las plantas vasculares conocidas en Irán se encuentran aquí, un territorio que abarca solo el 7% del país. 180 especies de pájaro y 58 de mamíferos viven en esta zona, incluyendo el icónico leopardo persa.
Santuarios para aves migratorias en la costa del Mar Amarillo- Golfo de Bohai (China)
Estos santuarios se encuentran en el sistema de marismas más grande del mundo. Estas marismas y bancos de arena son excepcionalmente productivos y sirven como áreas de desarrollo para muchas especies de aves y crustáceos. Las zonas intermareales del Mar Amarillo-Golfo de Bohai son de importancia mundial para muchas especies de aves migratorias que utilizan la ruta de vuelo de Asia Oriental-Australasia.
Babilonia (Irak)
Situado 85 kilómetros al sur de Bagdad, este lugar alberga las ruinas de Babylon, la que fuera capital del Imperio Neo-Babilónico. La zona incluye también los pueblos y áreas agrícolas que rodeaban la antigua ciudad. Sus restos como las murallas, puertas, palacios y templos son un testimonio único de uno de los imperios más influyentes de la antigüedad. La relación de la ciudad con una de las siete maravillas del mundo antiguo, los Jardines Colgantes de Babilonia, ha inspirado el arte y la cultura a nivel global.
Foto: © DSCPM/MCAT
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Antigua metalurgia del hierro (Burkina Faso)
Este sistema está compuesto por cinco enclaves ubicados en diferentes provincias alrededor del país que incluyen hornos naturales, estructuras de minas y vestigios de antiguas viviendas. Douroula, que data del siglo VI a.C, es la evidencia más antigua del desarrollo de la producción de hierro en Burkina Faso. Aunque la fabricación de hierro ya no se lleva a cabo en la actualidad, los herreros de los pueblos todavía tienen un papel importante en la producción de herramientas así como en la participación en varios rituales.
Paraty e Isla Grande (Brasil)
Entre la Sierra de Bocaina y el Océano Atlántico se encuentran Paraty, uno de los pueblos costeros mejor conservados de Brasil, así como cuatro áreas naturales protegidas de bosque atlántico brasileño. Paraty es también el hogar de una diversidad impresionante de especies, algunas de ellas amenazadas, como el jaguar o el pecarí barbiblanco. El centro histórico de Paraty ha mantenido su estructura del siglo XVIII y mucha de su arquitectura colonial.
Parque Nacional de Vatnajökull (Islandia)
Esta impresionante región volcánica cubre cerca del 14% del territorio islandés. En ella se encuentran hasta diez volcanes, ocho de los cuales son subglaciales y dos de estos figuran entre los volcanes más activos de Islandia. Esta área volcánica es el hogar de una fauna marina subterránea endémica que ha sobrevivido a la Edad de Hielo.
Foto: Dominique Génin (vía FlickR)
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Tierras australes y antárticas francesas
Estas posesiones francesas situadas al sur del Océano Índico comprenden el archipiélago de Crozet, las islas Kerguelen, las islas de Saint-Paul y Amsterdam así como 60 islas subantárticas. El aislamiento de estos territorios respecto a zonas de actividad humana hacen del lugar un ejemplo perfectamente conservado de la evolución de la biodiversidad y un sitio único para la investigación científica. Este conjunto de islas supone, además, una de las concentraciones de pájaros y mamíferos marinos más grande del mundo.