Testigo de excepción de la historia de Centroeuropa, el Danubio corre a lo largo de diez países como si fuera una auténtica autopista fluvial antes de desembocar en el Mar Negro. Ha servido de inspiración para escritores, cineastas, músicos y artistas en general que, o bien lo recorrieron de oeste a este, o bien recularon en algunas de las ciudades que nacieron en sus orillas. Pueblos y una decena de urbes, incluidas cuatro capitales, ven su skyline reflejarse en las aguas del Danubio. Algunas de ellas están entre las ciudades más bellas de Europa a orillas de un río.