Hay lugares en los que La Tierra se empeña en ser exuberante. En los que la orografía condensa decenas de paisajes diferentes con el único fin de provocar un Stendhalazo en el que solo se suceden cosas bellas y postales increíbles. Y hasta aquí la parte literaria de este fenómeno. La parte más científica se cimenta en una orografía montañosa y variada y en una geología en la que las mesetas calcáreas y los fenómenos kársticos hacen su magia. La guinda del pastel es una biodiversidad avasalladora, con un 60% del territorio nacional cubierto por la naturaleza. Y entre tanto dato y tanta fascinación, brillan las siguientes maravillas.