¡Y qué pintas!

Paisajazos que motivan un viaje a Irlanda

Románticos, sublimes, evocadores... los adjetivos suelen quedarse cortos cuando se trata de hablar de la naturaleza de la Isla Esmeralda.

¿Un color asociado a Irlanda? La respuesta es fácil, que no es gratuito el sobrenombre de Isla Esmeralda: el verde y todo sus tonos y matices posibles. Los paisajes de Irlanda son de los más evocadores del mundo. Horizontes sublimes donde ver ponerse el sol, silenciosos y tranquilos campos, playas de arena, acantilados que se levantan frente al océano, sierras y formaciones geológicas de ensueño y ríos y cascadas legendarias han sido fuente de inspiración para escritores, artistas y películas de todo tipo. 

 
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Acantilados de Moher: "Ser yo tiene sus privilegios"

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Acantilados de Moher: "Ser yo tiene sus privilegios"

El verde llega justo hasta el acantilado como si quisiera precipitarse sobre el mar de la costa oeste de Irlanda. Lo que caracteriza a estos acantilados del condado de Clare es su verticalidad casi perfecta y su altura, más de 200 metros. El escenario es sobrecogedor, tanto si se opta por una cómoda excursión naval o se prefiere caminar a lo largo de los ocho kilómetros de senderos. Los técnicos de localizaciones escogieron los acantilados de Moher para la sexta entrega de la saga de Harry Potter.

península de Dingle: Que la fuerza te acompañe

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Península de Dingle: Que la fuerza te acompañe

En la ruta costera del Atlántico de Irlanda, la península de Dingle es uno de los lugares más épicos de Irlanda. Hay serpenteantes caminos que transmiten la sensación de estar muy lejos de todo, tanto que está considerado como el punto más occidental de Europa. Los cielos infinitos y los atardeceres confieren al lugar una magia muy especial. Algo de ello debieron sentir los de Walt Disney, pues escogieron esta ubicación como uno de los escenarios clave de Star Wars: Los últimos Jedi.

La Calzada del Gigante: ¿El paisaje más famoso de Irlanda?

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La Calzada del Gigante: ¿El paisaje más famoso de Irlanda?

Sólo la casualidad geológica hizo que las fuerzas volcánicas se convirtieran en una colección de 40.000 columnas de basalto perfectamente colocadas y con forma hexagonal, unas apretadas con las otras como si quisieran formar una calzada, pero aquí los celtas vieron la mano de un gigante, de ahí el nombre del lugar. Según la leyenda, el gigante Finn McCool  construyó este camino para alcanzar a su enemigo, el gigante Benandonner, residente en Escocia.

Montaña Benbulben: la mesa está servida

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Montaña Benbulben: la mesa está servida

Este macizo gigantesco en Sligo es testimonio de la Edad de Hielo. Su silueta en forma de mesa se debe a los caprichos de la erosión de los vientos y las lluvias. Sus laderas empinadas, su cumbre en forma de meseta y todas las grietas que se abren hasta la base como si fuera un costillar la convierten en una de las montañas más singulares de Europa. Además, alberga una flora endémica de tipo alpino única en todo Irlanda.

 Carrick-a-rede: Vértigo no es solo una película de Hitchcock

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Carrick-a-rede: Vértigo no es solo una película de Hitchcock

A poca distancia de la Calzada del Gigante, fuera de los circuitos turísticos, aguarda un paisaje espectacular y una de las mejores atracciones de Irlanda: una pasarela colgada a 30 metros de altura sobre el océano Atlántico que atraviesa los acantilados hasta la isla Carrick-a-Rede. A pesar de la modernidad y las medidas de seguridad que luce, este puente es un hito histórico, pues fue montado hace más de 350 años por un pescador de la zona.

 Islas Aran: Islas Aran: en el pote pequeño está la buena mermelada

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Islas Aran: en el bote pequeño está la buena mermelada

En la bahía de Galway se encuentran tres pequeñas islas que forman el archipiélago de las islas Aran. Azotadas por los vientos y las corrientes del golfo, diríase que es un lugar demasiado inhóspito como para vivir, pero resulta que no, que aquí los irlandes llevan siglos conviviendo en armonía con la naturaleza, de ahí el característico paisaje de verdes cruzados por muros de piedra y casitas como para encerrarse unos días alejados del mundo. Sólo un lugar así es capaz de conservar intactas las leyendas de héroes y druidas de Irlanda.

Lagos de Killarney: El paisaje que enamoró a una reina

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Lagos de Killarney: El paisaje que enamoró a una reina

El anillo de Kerry es una colección de paisajes a cada cual más espectacular que se recorrer a través de un circuito circular de unos 170 kilómetros que comienza en Killarney y acaba en el Parque Nacional de Killarney. Precisamente, en la carretera que une Killarney con Kenmare, hay uno de los paisajes ‘reales’ de Irlanda: vistas panorámicas sobre los lagos y los valles del parque. El mirador recibió el nombre de ‘Ladies View’ porque aquí fue donde la reina Victoria I de Inglaterra se quedó en 1861 con la boca abierta impresionada por lo visto.

Glengesh Pass (Donegal). Glengesh Pass: ¿Cuántos matices de verde puedes ver?

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Glengesh Pass: ¿Cuántos matices de verde existen?

Sí, Irlanda es la isla verde, pero eso no significa monotonía. Al contrario, se rumorea que hay hasta cuarenta tonos y matices diferentes visibles en la naturaleza. Un lugar ideal para intentar hacerse al color verde, está en Donegal, en el Ulster, al noroeste de Irlanda. La subida al mirador de Glengesh Pass es algo complicada, pero una vez arriba, si la niebla no lo impide, las vistas del valle tienen más tonalidades de verde que la carta Pantone.

 
Templo Mussenden (Londonderry): El templo de Juego de Tronos

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Templo Mussenden (Londonderry): El templo de Juego de Tronos

El templo de Mussenden, ubicado en los hermosos alrededores de Downhill Demesne, cerca de Castlerock, es uno de los escenarios más fotografiadas de Irlanda. Se construyó como biblioteca de verano, inspirado en los templos romanos. La ubicación no podía brindar mejores vistas, pero tener una biblioteca junto a un acantilado de más de treinta metros es jugar fuerte contra el destino, o contra la erosión de los vientos. De hecho, en 1997, el National Trust tuvo que salir en ayuda del romántico templo antes de que cayera rodando acantilado abajo. Como curiosidad, la playa desde la que se ve el templo sirvió de escenario en Juego de Tronos.

Killary al puerto: Irlanda también tiene fiordos

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fiordo de Killary : Irlanda también tiene fiordos

El pleno corazón de Connemara se encuentra el fiordo de Killary, 16 kilómetros de mar que se adentran en un paisaje de montañas que son un regalo para la vista. Desde el puerto de Killay salen excursiones para disfrutar sin prisas del paisaje. Seguro que los pequeños ponis típicos de la región protagonizarán más de una fotografía para Instagram.