Tierra ornitológica

'Pajareando' por Galicia: los mejores destinos para avistar aves

Con recomendaciones de Oryx para elevar al siguiente nivel la experiencia de observar aves en este territorio atlántico.

Salir a andar por el monte, el llano, el bosque o la playa puede ser mucho más que una actividad deportiva o solo contemplativa si se llevan encima unos prismáticos y una guía ornitológica. "Galicia, con su abundancia de paisajes marinos y fluviales, es un destino que puede dar para todo el año, aprovechando cada época para observar especies de paso o nidificantes", comenta Francesc Kirchner, director de la tienda Oryx. Estos son los enclaves donde mejor y más aves se pueden ver. Para Antonio Sandoval Rey, autor de De Pajareo - Rutas Ornitológicas por España (Geoplaneta, 2022), "Uno de los mayores atractivos de Galicia, incluso a nivel internacional, es la presencia en verano y otoño frente a sus costas de una extraordinaria diversidad de aves marinas".

 

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Finisterre. Estaca de Bares y cabo Fisterra

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Estaca de Bares y cabo Fisterra

El extremo más septentrional y el más occidental de la Península Ibérica son justamente por ese motivo dos buenos enclaves para observar aves marinas en migración. La Estaca de Bares acoge su mejor momento a finales del verano y durante todo el otoño. En esa época, cientos de miles de pardelas (cenicienta, balear, sombría, pichoneta, capirotada…), alcatraces atlánticos, págalos, varias especies de gaviotas y de charranes, y muchas otras aves, llegan a la costa cantábrica procedentes del norte y la bordean rumbo al oeste hasta alcanzar el Atlántico. Al cabo Fisterra hay que ir sobre todo en primavera, cuando las aves marinas pasan de regreso al norte de Europa.

Calidris alpina. Las Rías, la atracción por las mareas

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Las Rías, la atracción por las mareas

La actividad mareal en muchas de las rías gallegas genera un hábitat muy atractivo para dos grandes grupos de aves acuáticas, las anátidas y las limícolas, que hallan en ellas un lugar para alimentarse y descansar en su ruta migratoria. Para disfrutar de una jornada ornitológica completa, desde Oryx recomiendan acercarse a las rías de Ribadeo, Foz y Ortigueira, en el norte; andar junto a la ría de O Burgo; y recorrer el complejo intermareal de Umía y O Grove, integrado en la lista de humedales de Importancia Internacional del Convenio Ramsar. 
El invierno es la mejor estación para contemplar las concentraciones de patos procedentes del centro y del norte de Europa. En cuanto a las aves limícolas (agujas, zapapitos o correlimos de varias especies, entre otras), son más numerosas con motivo de sus migraciones de primavera y otoño. En primavera resultan mucho más atractivas, porque, como apunta Francesc Kirchner "muchos ejemplares ya presentan la vistosa coloración nupcial".

Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia

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Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia

Aunque no sea el destino gallego con mayor  diversidad de especies, el único Parque Nacional de esta comunidad autónoma debe incluirse en toda ruta ornitológica por Galicia. Sus grandes colonias de gaviotas patiamarillas y cormoranes moñudos (aves acuáticas buceadoras) ofrecen un espectáculo desde el inicio de la primavera hasta mitad de verano. Más difíciles de detectar a pesar de que también crían son la pardela cenicienta y el paíño europeo, llamado “pájaro de tormenta” en euskera y catalán porque suelen verse en días de temporal aleteando sobre las olas. Una pista de Oryx para avistarlas: ir a última hora del día, cuando regresan a las colonias; las pardelas suelen aguardar a que caiga la noche posadas sobre el agua en agrupaciones de decenas.

Estuario del Miño

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Estuario del Miño

Es un inmenso refugio para una increíble diversidad de aves, desde águila pescadora y ostrero euroasiático hasta correlimos común o garza real. La zona está equipada con observatorios que permiten trazar recorridos a orillas del humedal. Uno de los que ofrece más avistamientos es el que mira hacia la isla Canosa. Cerca, el cabo Silleiro es ideal para observar aves marinas de paso. Antonio Sandoval Rey recomienda en este “las mañanas, con el sol a tu espalda, y en especial los días de viento de oeste”.

Vilanova de Arousa. Salidas en barco a alta mar

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Salidas en barco a alta mar

Es una de las actividades que más demanda la comunidad de observadores de aves en los últimos años. Desde puertos como O Grove, Muxía, O Barqueiro o Bares, un par de barcos, el Eureka y el Chasula, organizan, sobre todo en verano y otoño, salidas a varias millas de la costa. Allí es posible encontrar especies de aves oceánicas muy difíciles de ver desde tierra: gaviota de Sabine, paíño de Wilson, págalo rabero... Sandoval recomienda “reservar cuanto antes, llevar ropa de abrigo, agua y comida, unas pastillas de mareo por si acaso, y por supuesto los prismáticos y la cámara de fotos”.

Entorno de Verín y Monterrei

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Entorno de Verín y Monterrei

En el sur de Ourense está la Galicia más mediterránea, un lugar idóneo para disfrutar sobre todo en primavera. Entre los mejores paseos ornitológicos de esta comarca, según Antonio Sandoval, están “el que recorre las orillas del río Támega a partir de Verín, así como el entorno del castillo de Monterrei o las pistas que unen Mandin con Feces de Cima y Feces de Abaixo. Atención en las noches de mayo a los cantos de los muchos ruiseñores que aquí crían. Y todo el día,a la presencia de especies como curruca carrasqueña, paloma zurita, mosquitero papialbo...”

Terra Chá

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Terra Chá

Si bien los cañones del Sil son estupendos para observar aves rapaces, en el centro de la provincia de Lugo la comarca llana conocida como Terra Chá acoge casi todas las semanas del año grupos de pajareros en busca de diferentes especies de aves acuáticas y de espacios abiertos: desde varias especies de patos a sisón europeo o aguilucho cenizo. Muchos inviernos aparecen además grandes grupos de zorzales y avefrías. El autor de De Pajareo propone “paseos por los campos de A Espiñeira y por la senda que rodea la laguna de Cospeito, equipada con varios observatorios”.

Ciudad de A Coruña

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Ciudad de A Coruña

Si no hay tiempo para alejarse mucho de la ciudad, no hay problema. En A Coruña, por ejemplo, es posible observar una sorprendente cantidad de aves paseando por su litoral y sus parques, o asomándote al mar. Antonio Sandoval, coruñés, acude por ejemplo con mucha frecuencia al entorno de la Torre de Hércules a ver en las rocas de esta zona vuelvepiedras, correlimos oscuro y diferentes especies de gaviotas. Y en los campos, bisbita pratense, cistícola buitrón, estorninos, tarabillas...