Rotérdam es sinónimo de edificios vanguardistas y atrevidos. La fascinación que producen esas construcciones de formas imposibles son un ejemplo de la modernización que caracteriza a la sociedad holandesa desde ya hace muchos años. Pero actualmente, Rotérdam también destaca por iniciativas que apuestan por la sostenibilidad y la transformación de la ciudad para aprovechar mejor los recursos y los espacios urbanos. Parques y huertos en los tejados de altos edificios y granjas que flotan sobre el agua son proyectos que ofrecen una cara más amable y comprometida de esta ciudad holandesa y que el explorador puede visitar durante su viaje.