Desde primera hora de la mañana la Sagrada Familia es un hervidero de turistas. Personas de diferentes nacionalidades de todo el mundo deambulan mientras esperan para entrar en la obra más universal de Barcelona y la máxima expresión del modernismo catalán. No serán los únicos visitantes del día. Después de ellos llegará otra nueva oleada haciendo que, esta basílica inacabada aún, siempre esté repleta de gente hasta caer la noche. Su autor, el arquitecto catalán Antoni Gaudí murió a poca distancia, arrollado por un tranvía entre las calles de Bailén y Girona.
El siguiente alto tras los pasos de las obras de Gaudí en Barcelona está en el número 43 de Paseo de Gracia, la Casa Batlló. Un tapón de gente bloquea cada día la subida por la acera izquierda de la gran avenida que une el centro de Barcelona con la antigua Villa de Gracia. Es el epicentro de la conocida como la 'Manzana de la discordia', donde se concentran varias obras de arquitectos catalanes modernistas. Su momento de esplendor llegó tras la aprobación de las obras de Ildefonso Cerdá para realizar el Eixample (Ensanche de Barcelona). Esta ingeniería��situó al Paseo de Gracia como la arteria principal de la ciudad haciendo que muchas familias burguesas construyeran sus mansiones en esta gran avenida. Una de ellas fue precisamente la familia Batlló, que gozó de una de las obras naturalistas más famosas de Gaudí.
La otra obra importante de Gaudí se encuentra en la misma vía, solo unos metros más arriba, en el número 92. Es la Casa Milà, también conocida como La Pedrera. Un monumental edificio que Gaudí diseñó para la familia Milà. Ellos solo ocuparon una planta de viviendas, el resto fueron alquiladas según una tendencia bastante habitual en aquella época. La azotea de su imponente obra, donde destacan las chimeneas con forma de guerreros, es hoy una de las visitas más esperada de los viajeros que llegan a Barcelona inspirados por la obra del universal arquitecto. Especialmente durante el verano, cuando se celebran las Noches de Gaudí, donde los amantes del arte pueden disfrutar de su arquitectura con música en directo y una copa de cava en la mano.
No se vayan, todavía hay mas...
Aunque sean los monumentos de Gaudí más conocidos, no son los únicos. En la calle Casp 48 se ubica la Casa Calvet, de estilo barroco cuya fachada, tribuna y mobiliario le hicieron valerse con el primer premio en el concurso anual de edificios artísticos de Barcelona en 1900. En pleno barrio de Gracia, también está la Casa Vicens que, aunque en sus inicios fue una antigua vivienda vacacional de la burguesía, hoy ha pasado a quedar integrada entre las viviendas de los alrededores.
La ruta de Gaudí pasa necesariamente por otro de los emblemas de Barcelona: el Park Güell, donde la naturaleza y arquitectura se entremezclan entre sí en uno de los espacios más bonitos de la ciudad. Este parque, cuya entrada desde hace unos años es de pago, pertenece a su etapa naturalista, por lo que cada pieza que lo compone encaja con el abrupto paisaje que lo rodea. Desde su popular plaza se obtienen algunas de las mejores vistas de la ciudad, por lo que la imagen desde sus coloridos bancos ondulados han dado la vuelta al mundo a través de series de televisión, películas y vídeos musicales. Hay que contar con el colegio de las Teresianas, los pabellones y el Palacio Güell o la torre Bellesguard para hacer un pleno con las obras de Gaudí en Barcelona.