Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
Como todos los veranos llega uno de los espectáculos naturales más vistosos, la lluvia de Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, cuando miles de estrellas fugaces surcan el cielo con sus estelas. Esta «tormenta» visual es causada por los restos del cometa Swift-Tuttle, cuya órbita atraviesa la Tierra todos los años a mediados del mes de agosto y presenta una actividad de cerca de 100 estrellas fugaces por hora. Según la NASA, tal y como recogen en National Geographic, en 2022 la máxima actividad tendrá lugar entre los días 11 y 13 de agosto, siendo las horas más próximas al amanecer (previsto sobre las 07:22) las ideales. No obstante, este año, al coincidir con luna llena -de hecho, será la última súper luna del año-, la visibilidad será menor que otros años, lo que no quita que en las coordenadas celestes más lejanas a este satélite la visibilidad será óptima. Más allá de estas las condiciones climatológicas y astronómicas, en estos lugares se potencia su visibilidad gracias a la limpieza del cielo y, también, a la cultura astronómica de su entorno.