Venirse arriba

Planes invernales insólitos en el Pirineo de Girona

Sobrevolar cráteres, hacer caminatas nocturnas con raquetas y hasta participar en ¡un escape room!

Es uno de los espacios naturales más impactantes del país y en ocasiones uno de los más desconocidos. El Pirineo de Girona alberga mucho más de lo que se puede llegar a imaginar. La naturaleza es el eje principal de una riqueza que se rinde a los contrastes entre cumbres y valles, a las actividades que tanto en invierno como en verano se pueden realizar allí y a una belleza natural que, por desconocida, sorprende a cualquiera que lo visita. En el Pirineo gerundense se pueden hacer mil y un planes pero algunos de los más impactantes son estos.

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vall de nuria

© Valle de Nuria

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Naturaleza sin parangón

Llegar al Valle de Nuria, situado a 2000 metros de altitud, es como abrir las puertas a un lugar exclusivo en donde la naturaleza y la paz que se respira en el ambiente lo es todo. Hasta allí sólo se puede acceder en un tren cremallera que permite la visita diaria de un número determinado de personas y a la vez que posibilita la conservación de un espacio natural -con esa esencia virgen- que de otra forma sería inimaginable. La “Olla de Nùria”, como se conoce a la configuración geológica de cumbres de 3000 metros que lo rodean, impone nada más llegar. En el centro se encuentra el Santuario Basílica de la Virgen de Nuria, un lugar de peregrinación religiosa a cuyo alrededor se ha creado un hotel que permite la estancia de todo aquel que quiera disfrutar de la naturaleza en toda su esencia.

En el Vall de Núria fue uno de los primeros lugares de España donde se empezó a esquiar. De ahí que digan que “quien aprende a esquiar en Nuria, esquía en todas partes” porque entre las pistas con las que cuenta hay dos pistas muy sencillas pero el resto son rojas y negras, estrechas y empinadas. Aun con ese dicho, este valle merece una visita y la realización de algunas de sus actividades. Vall de Nùria cuenta con once pistas de esquí, un parque lúdico con pistas para trineos y tubbys -una actividad que consiste en deslizarse sobre la nieve montado sobre un neumático-, rutas de raquetas y un parque de nieve para los más pequeños.

NIDO DEL AGUILA

Coronando el Nido del Águila © Lucía Díaz Madurga

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Vivir un pedazo de “travesía polar”

El Niu de l’Àliga o Nido del Águila, en castellano, es el refugio guardado más alto del Pirineo Oriental y uno de los lugares que no pueden faltar en una visita invernal -tampoco el resto del año-. La impresión que causan sus paisajes, además de estar en pleno Parque Natural del Cadí-Moixeró, corrobora su localización a 2537 metros de altura, en la cima de Tosa d’Alp. Es interesante conocer que hasta allí se puede llegar tanto de día como de noche e, incluso, se puede convertir en lugar de descanso por aquello de refugio… Tiene capacidad para 32 plazas y, aunque lo normal es encontrarse por allí montañeros, senderistas y esquiadores, cualquiera puede quedarse a dormir y a comer o cenar, pues su gastronomía local es otro de sus atractivos.

Hasta allí el acceso se puede hacer a través de un telecabina, que tarda en llegar unos 20 minutos, o en una travesía a pie. La mejor opción, sin duda alguna, es llegar por medio de una ruta de raquetas con el fin de poder disfrutar de las vistas panorámicas de cada parada y de una experiencia que ya sólo por el mero hecho de vivirla vale la pena. Que, ¿por qué? Porque andar entre montañas sobre nieve virgen y trasladarse mentalmente -y sin quererlo- hasta una expedición en Groenlandia son las sensaciones que transmite esta actividad. La recomendación es hacer la subida de día con el fin de llegar a la cima para ver el atardecer disfrutando de la cena. Pero, para aquellos que busquen algo más de emoción, existe la posibilidad de hacer el descenso nocturno (y con frontales) desde el Nido del Águila. Si se tiene suerte y la noche es de esas de luna llena, no hará falta ni siquiera luz, la luna hará de linterna y se podrá disfrutar del manto estrellado durante toda la caminata.

ALERTA ALUD

Preparándose antes del Escape Snow © La Molina

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ALERTA ALUD

En Estación de esquí de La Molina se puede disfrutar de otro tipo de actividades al aire libre. Justo en frente de la estación de esquí, en un parque de aventuras donde la tirolina es la reina, hay una pequeña carpa que se esconde entre la nieve y que hace disfrutar a todo el que pasa por allí de un juego nunca antes visto: el escape snow, que se lleva a cabo en medio de la nieve.

No es el clásico juego al uso -en una casa con habitaciones- si no que es al aire libre y tiene el objetivo de que los jugadores aprendan, a la vez que se divierten, la labor de los pisteros o rescatadores y conozcan unas nociones básicas en caso de necesidad. Esta adaptación del típico escape room lleva por título Alerta Alud y pone a los jugadores en situación ante una avalancha de nieve en la que algunos de sus compañeros han quedado enterrados. La toma de decisiones es fundamental en estos casos, por eso va a convertirse en el eje principal del juego: una hora para resolver tres enigmas que les llevarán a tener las herramientas necesarias para rescatar a la víctima.

VOLCANES

Vista de pájaro de uno de los volcanes de la Garrotxa © iStock

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La ciudad de los volcanes

Además de actividades relacionadas con la nieve, la provincia de Girona acoge uno de los paisajes volcánicos más imponentes de la Península Ibérica: el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa conformado por once municipios. Un espacio que, tras más de 100.000 años y a pesar de que no haya lava de por medio, permite distinguir a la perfección los más de cuarenta conos volcánicos llenos de vegetación y veinte coladas de lava.

Para hacer la visita sencilla, existen diferentes itinerarios a lo largo de todo el parque para hacer a pie. Recorridos que permiten descubrir desde los volcanes, los ríos de lava y los antiguos lagos hasta el románico de Beuda, el antiguo fortificado de los condes de Besalú, los campos de romero, las cuevas de Caxurma o las pozas de Las Planes d’Hostoles.

A vista de pájaro

Vuelo en globo en el Valle de la Cerdanya © Patronat de Turisme Costa Brava Girona

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A vista de pájaro

Si se trata de conocer el Pirineo de Girona desde otro punto de vista, no podrá faltar en ninguna de las rutas el vuelo en globo. En el Valle de la Cerdanya es uno de los pocos lugares de España en donde se vuelan globos de forma habitual. Esta actividad se lleva a cabo, concretamente, en un aeródromo localizado en el medio del valle y se realiza siempre a primera hora de la mañana, cuando el viento está más calmado.

Volar en globo sorprende. Y más aún cuando se va conociendo todo lo que esta actividad conlleva a su alrededor. Para empezar, cabe mencionar que “es una de las aeronaves más seguras que existen”, como explica Xavi Aguilera de Camins de Vent, una de las empresas que lleva volando globos en esta área desde hace años, y que, “los pilotos de globo deben tener un carné específico para dirigirlos que depende de Aviación Civil”. Es curioso saber que cuando montas en globo vuelas dentro del viento. De ahí que para aterrizar, como los globos no se pueden dirigir y van en función del viento, en ocasiones terminen descendiendo en un campo de cultivo o en un camino. También que cuando te encuentras en su interior y ya has levantado unos metros del suelo, es más probable que haga más frío en tierra que en el interior del globo.