La playa hawaiana de Waikiki

Tras el ataque de Pearl Harbour en 1941, Honolulu apareció en el mapa. Desde entonces, Hawái ha vivido un gran auge turístico con esta interminable lengua de arena como mayor icono.

Navegantes europeos del siglo XVIII y magnates norteamericanos del XIX cayeron rendidos ante la belleza de esta idílica playa de Honolulu. Hoy, tras sobrevivir a históricos avatares, Waikiki sigue siendo un destino mítico.

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Foto: Age Fotostock

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Cuando James Cook llegó a estas islas escribió: "los nativos se mueven sobre el agua en ligeras tablas de madera" (Hawái es la cuna del surf). Lo hacían como los polinesios, los primeros pobladores llegados desde el Pacífico Sur. El nombre que estos le dieron a Waikiki (chorros de agua) da una idea del paraíso que hallaron: cascadas y arroyos, cocoteros, aguas cristalinas... En 1845, los reyes locales se establecieron en Honolulu y comenzó una eclosión que llenó su puerto de barcos balleneros y mercantes cargados de azúcar. Aquello atrajo a EE.UU. que, en 1898, se anexionó el archipiélago. Honolulu empezó a despuntar como destino vacacional y en Waikiki abrieron los primeros hoteles: Moana (1909) y Royal Hawaiian (1927), que aún perviven.

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2022

El ataque a Pearl Harbour de 1941, en el que los japoneses sobrevolaron la costa de Honolulu y bombardearon su puerto, situó a Waikiki en el mapa del mundo. Por suerte, aquella pesadilla de fuego ha dado paso a un destino vacacional, famoso por esta playa de 3 km en la que se alinean cocoteros, hoteles y restaurantes. A pesar del desarrollo, Honolulu conserva vestigios e imponentes paisajes como el volcán Diamond Head, al fondo de la bahía. El nombre se lo dieron marineros del siglo XIX que confundieron los cristales de calcita incrustados en la roca con diamantes. Hoy declarado Monumento Natural de EE.UU., muchos viajeros suben hasta el borde de su cráter para contemplar la caldera y a la vez una amplia vista de Waikiki y del Pacífico.