Playa de Ksamil: síntesis playera de la Rivera Albanesa
Si hubiera que sintetizar Albania en una sola playa, la ganadora sería Ksamil. El arenal de este pueblecito homónimo destaca por su ubicación, asomando con su arena blanca como la nieve en un litoral agreste rasgado por cuatro islas (las isla Gemelas, la isla Esmeralda, la isla Pequeña y la isla de Piedra) que son un imán para las travesías a nado. Hay diferentes playas de arena blanca y fina en Ksamil, aunque la mayoría son privadas y están gestionadas por los restaurantes. El hecho de estar emplazada al sur de Saranda, justo en frente de la isla de Corfú, la convierte en una coordenada muy apetecible tanto para los albaneses como para los viajeros que cruzan la frontera sur del país o que cruzan en ferry desde Italia o desde Grecia. Por si faltaban motivos para ser una de las mejores playas de Albania, Ksamil es un campamento base ideal para conocer otros atractivos albaneses como el Ojo Azul y el Parque Natural de Butrintu, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco).

Ksamil / Foto: Shuttestock
Playa de Borsh: kilométrica y turquesa
A poco más de una hora en coche desde Saranda siguiendo el trazo de la costa Jónica se encuentra la playa más larga de toda la Riviera Albanesa. Se trata de Borsh, un paraje que mide más de seis kilómetros de longitud y que, además de por su tamaño, destaca por sus increíbles aguas cristalinas y por sus montañas enormes con una exuberante vegetación que contrasta con el azul del mar. Además, este enclave también destaca por su tranquilidad y su carácter salvaje, haciendo de esta la playa preferida para aquellos que buscan salir del circuito turístico y 'civilizado' de sus vecinas. No obstante, cuenta con algunos bares y restaurantes cerca, así como un gran parking.

Borsh / Foto: iStock
Playa de Gjipe: el tesoro salvaje de Albania
Uno de los tesoros más preciados de la costa de la Riviera Albanesa es la playa Gjipe, una panorámica que cautiva por su entorno natural salvaje y sus puestas de sol y amaneceres de ensueño, además de por el azul de sus aguas. Pese a ser una de las playas más codiciadas, su acceso no es sencillo, lo que le añade un toquecito de épica a la experiencia. Para llegar hasta ella, el bañista debe salir de la carretera SH8 a la altura del pueblo de Ilias, aparcar y descender alrededor de media hora, pasando entre bunkers, sorteando el desnivel y regateando rocas de grandes dimensiones. Situada al final del cañón del mismo nombre, la pequeña cala está rodeada de altísimos acantilados, convirtiéndola en una de las playas más pintorescas de Albania.

Gjipe / Foto: iStock
DhËrmi: URBANA, NATURAL Y LOCAL
Como una de las playas urbanas más grandes de Albania, Dhërmi acoge locales y turistas que buscan todas las facilidades necesarias para pasar un día de playa. El centro del pueblo está en alto y, junto al mar, la playa y paseo marítimo concentra el ambiente veraniego, los bares y restaurantes, que también ofrecen tumbonas y sombrillas de alquiler, ya que tiene una parte pública y otra privada. Hacia al norte se vuelve más rocosa, y en las afueras, se puede visitar calas y cuevas, incluida Drymades, una preciosa calade arena blanca con rocas a la que se accede siguiendo un camino asfaltado que hace zigzag entre olivos.

Dhërmi / Foto: iStock
Playa de Jale: De día y de noche
En un lugar estratégico entre Himare y Dhërmi, pasado el pueblo de Vuno se encuentra el desvío hacia Jale, uno de los paraísos de la costa jónica, escondida entre las colinas llenas de olivares y casas. Grandes acantilados rodean las pequeñas calas de este rincón del Mediterráneo, donde el agua adquiere colores indescriptibles. Así, la belleza de Jale se percibe primero desde la alta colina. Más allá de ser un lugar ideal para tumbarse o practicar snorkel y deportes acuáticos, Jale es uno de los destinos predilectos para quienes buscan vida nocturna. Cuenta, además, con una gran cantidad de restaurantes y bares cercanos donde degustar platos locales.

Jale / Foto: iStock
Lukove: relax en la Riviera Albanesa
Lukove es ideal para disfrutar de la tranquilidad en la Riviera Albanesa, ya que se encuentra en un increíble entorno natural lejos de las localidades más codiciadas del litoral. Eso no quita que su playa (Plazhi i Shpelles o Cave Beach), no cuente con todos los servicios, incluyendo tanto los servicios de alquiler de tumbonas y sombrillas como un abanico de restaurantes donde se mezcla la cocina mediterránea con unas vistas de escándalo. Y es que todo aquel que únicamente quiera una experiencia al natural solo necesita alzar los ojos y perder la mirada entre las aguas cristalinas y su contraste con las verdes colinas que aquí culminan.

Lukove / Foto: iStock
Playa de Kakome: la medialuna albanesa
A vista de pájaro, playa de Kakome enamora por ser una maravilla natural con forma de medialuna envuelta en un entorno con exuberante vegetación. Ya a pie de arena sorprenden sus aguas, que parecen concentrar todos los azules posibles y que hacen que esta imagen reine sobre la panorámica. Además de este idilio visual, Kakome cuenta con otro aliciente, el hecho de estar prácticamente desierta, por lo que relajarse y disfrutar de una panorámica de en sueño se convierte en el placer definitivo. Con fondos transparentes de poca profundidad, quienes quieran disfrutar de un día de relax en la toalla o de practicar snorkel, deben seguir la carretera que comparte las indicaciones del Monasterio de Santa María de Kakome, un conjunto bizantino del siglo XVI.

Kakome / Foto: Shutterstock
Porto Palermo: singularidad geográfica
Porto Palermo es sin lugar a dudas una de las ubicaciones más singulares de Albania. Situada entre los pueblos de Himara y Qeparo, queda rodeada de una isla unida a la costa mediante un istmo. Es conocida, sobre todo, por el castillo de Ali Pasha, desde donde se obtienen las vistas más espectaculares del entorno. Aunque la costa de Porto Palermo es muy rocosa, existen pequeñas playas de guijarros donde se puede entrar al agua sin necesidad de pasar por las rocas. Pese a ser uno de los rincones más populares de la Riviera Albanesa, Porto Palermo aún puede presumir de no haberse rendido al turismo de masas, manteniendo ese carácter salvaje que hace que toda esta costa sea un gran secreto... por ahora.

Porto Palermo / Foto: Shutterstock
PLAYA DE Qeparo, el paseo ideal
Frente al pueblo homónimo, la orientación hacia el oeste de esta playa permite presenciar algunas de las puestas de sol más bellas de todo el país. Es un lugar ideal para relajarse, hacer snorkel o nadar, así como realizar una excursión en barco hasta las cuevas y acantilados de los alrededores o a pie por la cercana montaña de Cika, desde donde disfrutar de las espectaculares vistas. La playa está rodeada por el paseo, donde se encuentran restaurantes y todas las facilidades para pasar un día de playa. Para acceder a Qeparo, hay que seguir la carretera costera SH8.

Qeparo / Foto: Shutterstock