Playas para una Semana Santa diferente

Llega la primera escapada del año para disfrutar del sol y del mar. ¡Toca romper el blanco oficina!

En los escaparates ya asoma la ropa de la nueva temporada con menos centímetros de tela, el sol ya no es una promesa futura, el termómetro comienza a subir cada vez más y el plan perfecto para un finde ya no está en los destinos  invernales ni en los maratones de series bajo la manta. Llega de nuevo la ‘rentrée’ playera de Semana Santa. ¿Escuchas? Es el murmullo de las olas rompiendo en la arena. ¿Apetece, verdad? Por eso aquí  te  dejamos con algunas  playas estupendas, para que disfrutes  de la Semana Santa en  remojo.

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Foto: FOTOTECA 9 X 12

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Playa de Palombaggia (Córcega)

Por los frondosos pinos que la abrazan y por el agua turquesa podría pasar por una playa de la Costa Brava, pero sus dimensiones y el acento francés común en el lugar la delatan. Basta darle un vistazo para comprender por qué los franceses llaman a Córcega la île de la beauté (isla de la belleza). Con sus rocas graníticas, su arena blanca y sus aguas transparentes, lo extraño es que Napoléon Bonaparte se animase a dejar la isla donde nació para conquistar el mundo.

 

Foto: AgeFotostock

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Playa Kaputaş (Turquía)

Vale la pena descender los cientos de escalones, y luego subirlos, para llegar a esta pequeña joya playera de Turquía que aparece como un fogonazo de azul en la serpenteante carretera que va de Kas a Kalkan. Es casi una desconocida fuera del país, pero dentro, es uno de los destinos nacionales favoritos de los turcos. Si se visita en temporada alta o coincidiendo con las vacaciones locales tendrás problemas para encontrar un hueco donde plantar la toalla. El resto del año, es un auténtico paraíso.

Foto: AgeFotostock

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Playa de Calahonda (España)

Entre acantilados, pero en pleno centro de Nerja. Desde que Antonio Mercero la escogiera en los años 80, sigue siendo la playa perfecta para pasar veranos azules. Sin duda, una de las máximas representantes de la malagueña Costa del Sol. Su acceso, además, es uno de los más bellos de todas las playas españolas, descendiendo los escalones del Boquete de Calahonda. Como en las primeras escenas de la mítica serie televisiva, aún se pueden ver las barquitas de pescadores ancladas en la arena. Por la tarde, tendrás todo el ajetreo que necesites en la Calle Pintada.

Foto: Turismo Canarias

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Playa de Papagayo (Lanzarote)

La playa de Papagayo es la más representativa del conjunto de seis calas que se encuentran como una constelación playera tras cruzar la llanura desértica de la costa del Rubicón, en Lanzarote. Hay un pequeño chiringuito en el borde de la loma por donde se accede a la playa que es ideal para disfrutar de los bellos atardeceres del Monumento Natural de Los Ajaches.

 

Foto: Fototeca 9 X 12

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La Laguna Azul (Malta)

A la vista están las razones por las que es la más admirada de la isla de Comino. Y eso que la pequeña entre Malta y Gozo  está bien surtida de playas. Este es el azul con el que se pintan los sueños. Antaño a esta isla sólo llegaban piratas, pero ahora es una de las excursiones más populares entre quienes viajan a Malta. Aún así, vale la pena pasar un día a remojo en estas aguas calmas ideales para hacer esnórquel.

 

Gtres

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Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria)

Este desierto domesticado de algo más de cuatro kilómetros cuadrados es uno de los emblemas de Gran Canaria. La Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas tiene como premio el azul del mar. Por el clima no hay que preocuparse, que por algo esto es el archipiélago canario. Maspalomas es como un universo playero donde todos los bañistas encontrarán su rincón favorito. Alrededor del kiosco nº 4 está la zona nudista y en el nº 7 ondea orgullosa la bandera del arcoíris.

Foto: FOTOTECA 9 X 12

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Stintino y playa Pelosa (Cerdeña)

Caminas por las pasarelas de madera que salvan las dunas y en cuanto tocas la arena te preguntas si es que de repente resulta que has dado un salto en el espacio y te has plantado en el Caribe. La arena blanca y el turquesa del mar son de postal tropical, pero esto es mejor, es el Mediterráneo. Aquí el agua es cálida, pero refresca y al estar ubicada en el golfo de Asinara no hay olas. La torre defensiva originaria de 1578 propia de la costa sarda tampoco es caribeña.

Foto: FOTOTECA 9 X 12

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Sarakiniko. Isla de Milo. Grecia

El que carezca de arena no es un impedimento cuando de lo que se está hablando es de una playa lunar. Este verdadero tesoro en el norte de la isla de Milo, en el archipiélago de las Cícladas, debe su fama mundial a las formas de sus rocas de toba volcánica blanca, formada por la acumulación de ceniza erosionada durante siglos. Sin duda, una de las playas más 'instagrameables' del Mediterráneo. 

Foto: Age fotostock

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Playa de Mónsul (Almeria)

Cada playa tiene su gracia: y esta es para sentirte como Indy y su padre escapando de los Nazis. Aquí se grabó la épica escena de Indiana Jones y la última cruzada. Y muchas más, como por ejemplo La historia interminable. La playa de Mónsul es una verdadera belleza con sus paisajes volcánicos de colores ocres y óxidos. Las paredes de lava erosionadas, como la icónica Peineta anclada en la orilla, suelen ser utilizadas por los aficionados a la escalada en bloque. Por la sombra que proyectan también son muy útiles en caso de olvidar el parasol en casa.

Foto: Getty images | Westend61

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Playa de Benagil (Portugal)

Esta es la playa a la que todos sueñan con ir. No tanto por el arenal en sí, sino por una de las cuevas formadas en los espectaculares acantilados que lo rodean. Sin ellos, sería una playa normal. Estos acantilados de Benagil, en la costa del Algarve, guardan un tesoro en forma de una gruta circular a la que solo se llega a nado, remando en kayak o con alguna de las excursiones organizadas. Se trata del Algar de Benagil, una breve playa cubierta por una cúpula natural que sería el escenario ideal para un remake de Los Goonies