Recorrer el Bierzo equivale a adentrarse en un territorio de leyenda, con historias de templarios, místicos medievales y oro romano. Es un fascinante viaje al pasado a través de pueblos de arquitectura tradicional, viñedos y bosques que parecen apaciblemente sumidos en un ensimismamiento de siglos.
Esta comarca leonesa del Bierzo se estructura alrededor del río Sil, que recorre aquí sus primeros kilómetros atravesando la hoya en la que se acomodan las principales villas, entre colinas de cultivos hortícolas y vinícolas. Rodeando este gran llano, en el horizonte, se elevan sierras que superan con creces los mil metros de altitud.