Si entre las 82 cumbres de los Alpes que superan los 4000 metros hubiera que elegir una que representase a la cordillera en todo el mundo, ese honor no recaería probablemente en la más elevada (Mont Blanc, 4810 m), sino en el Cervino o Matterhorn (4478 m), que comparten Suiza e Italia. El Matterhorn también inclina respetuosamente la cabeza al comparar su altura con la de algunos ilustres vecinos (Monte Rosa, Weisshorn, Lyskamm, Täschhorn, Dom), pero a la hora de atrapar las miradas no admite ni compañeros en el pódium: él es la estrella entre una corte de planetas. Con cada una de sus cuatro caras orientada a un punto cardinal, la mítica pirámide de los Alpes encarna la cumbre europea por excelencia.
Este texto fue originalmente enviado a todos los suscriptores de la newsletter de Viajes National Geographic.