Barcelona reinventada

Por qué Poblenou es uno de los mejores barrios para vivir

Arte, gastronomía, diseño… oda a la calidad de vida en Barcelona.

Todo surgió a raíz de una encuesta que la revista internacional Time Out llevó a cabo a más de 27.000 personas de todo el mundo para averiguar cuáles son los 50 vecindarios más emocionantes del mundo. Ahí es nada. A ese número de encuestados se sumaron, además, expertos locales de numerosos países y editores de la publicación internacional. De este modo, se garantizaba que gracias a esta red global los resultados serían objetivos. Entre las características de los lugares, nada extraño: barrios en plena ebullición con interesantes locales de (casi) todos los ámbitos, una relación calidad-precio aceptable y un lugar, además, donde los turistas también pudieran experimentar lo mejor de la ciudad. ¿El resultado? Una interesante cuenta regresiva de 50 vecindarios imperdibles pero a menudo menos conocidos en todo el mundo donde vivir, comer, beber y cultivarse y hacerlo muy bien.

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iStock-848314492. Un pueblo del siglo XXI junto a la playa

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Un pueblo del siglo XXI junto a la playa

Poblenou, señalan en el ranking, “fue el centro de la revolución industrial de Barcelona, pero hoy en día, en los bloques que se extienden al noreste del Parc de la Ciutadella, apenas verá signos de las empresas textiles y de transporte que se construyeron en esta zona industrial de Cataluña a principios del siglo XX”. Y añaden: “Este es el verdadero Poblenou: un pueblo junto a la playa dentro de una ciudad, que sigue evitando la gentrificación (muchas tiendas todavía cierran los sábados por la tarde) en medio de la nueva industria del siglo XXI”.

Poblenou

Foto: Javier Zori del Amo

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Mucha revolución pero poco industrial

Poblenou fue el centro de la revolución industrial de Barcelona, un titular que, si bien puede dar que pensar sobre fondo y forma, reconforta pensar que poco queda hoy de industrial aquí y mucho de revolución. ​​La mejor manera de conocer el barrio es comenzar de la cabeza a los pies: Desde el Parque de la Ciutadella hasta la arteria turística que es la calle Pujades, que se convierte en un polígono industrial densamente poblado a medida que se adentra en el barrio.

iStock-1165866040. De lo industrial a lo creativo

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Nuevas manufacturas

Hoy en día, todas esas empresas textiles y de transporte se han reconvertido en agencias de marketing digital, espectaculares espacios de trabajo conjunto, cafés y galerías de arte, todo ubicado en enormes edificios industriales reconvertidos (que no derribados, aleluya). La zona industrializada deja paso, a medida que se adentra en el corazón del distrito, al corazón de la zona residencial de Poblenou, un pueblo en sí mismo: El carrer de Marià Aguiló y la Rambla, donde turistas y residentes convergen en un amable proceso de convivencia donde no resulta complicado divisar cómo la gente se saluda al pasar, y hasta se detienen a comentar. Es la vida de pueblo dentro de una gran ciudad.

Els Tres Porquets. Comer bien, o muy bien

Foto: Els Tres Porquets

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Comer bien, o muy bien

La amalgama de colores, sabores y humanos que se da vida en La Rambla puede que no la conviertan en el lugar más atractivo para comer, pero hay unas áreas más turísticas que otras, solo hay que saber escoger. Si la elección lleva por nombre Els Tres Porquets no hay duda, es un acierto seguro. En este pequeño restaurante enfocado en lo mejor que da la gastronomía local se puede comer muy bien o hacerlo de forma sublime si se escogen platos como las croquetas con sobrasada y camembert o cualquiera de sus platos a la cazuela, desde unas setas a unas carrilleras pasando por un risotto con trufa si la temporada lo permite.

Els Pescadors... y sin estrella

Foto: Els Pescadors

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Els Pescadors... y sin estrella

Otro gran lugar clásico de Poblenou es Els Pescadors, un lugar con mucha historia entre sus antiguos muros pero que ha evolucionado a lo largo de 40 años hasta convertirse en uno de los mejores locales de pescado y marisco de la ciudad. Y no es una frase hecha, su fiel clientela se resigna cada año cuando los inspectores de Michelin pasan de largo por este restaurante de Poblenou. Poco importa, la calidad de su producto y su ambiente refinado pero con alma de pueblo, esto es Poblenou, hacen de él un lugar único; con o sin estrella.

Artesana. Un nuevo clásico

Foto: Javier Zori del Amo

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Un nuevo clásico

No hace mucho que L’Artesana abrió sus puertas, pero pese a lo poco atractivo de su local, no le ha hecho falta mucho más que su espléndida cocina para hacerse un nombre, y hasta un par de apellidos, en el barrio. Pau Pons y Héctor Barbero cocinan rico para obreros y ejecutivos a precios populares y sin mayores aires de grandeza que los que les otorgue su clientela, que no es poca. La nueva cocina de barrio ha llegado para quedarse y lo hace con platos como la caballa en escabeche o el rösti de patata, bacalao y yema. Vinos naturales y técnica de un ex Gresca y un ex Monvínic, dos tótems de la gastronomía catalana que unen su conocimiento y buen hacer para dar (larga, seguro) vida a la L’Artesana de Poblenou.

iStock-913557022. Cultivarse en Poblenou

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Cultivarse en Poblenou

Dinamismo, arte, diseño… a Poblenou le quedan muchos años, y bastantes esfuerzos, para ponerse a la altura de distritos tan artísticos como Wynwood en Miami o Chelsea en Nueva York, pero hay que reconocer que va por muy buen camino. Buena muestra de ello es el Disseny Hub, un centro de “coolture” que reúne el Museo de Diseño de la ciudad, el centro de diseño FAD y una excelente biblioteca general y especializada.

iStock-848308418. Mucha arquitectura

Foto: iStock

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Mucha arquitectura

Toda esta renovación urbanística tiene alguna que otra consecuencia arquitectónica. Sí, el icono es la Torre Glòries que Jean Nouvel diseñó inspirándose en los cálculos funiculares de Gaudí, pero a su vera asoman otros ejemplos notables como es el caso de Media-Tic, un edificio de Enric Ruiz-Geli o el hotel Meliá Barcelona Sky, un esbelto rascacielos diseñado por Dominique Perrault. Y todo ello sin crear espacios vacíos ni fríos. 

PaloAltoMarket. Un mercado donde juntarse

Foto: Palo Alto Market

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Un mercado donde juntarse

Como cultura, más allá de las paredes de un museo, es la que se encuentra en iniciativas como Palo Alto Market, un mercado que se celebra el primer fin de semana de cada mes y que cuenta con diferentes iniciativas de diseño, gastronómicas y de comercio además de mucha gente guapa. Es ‘the place to be’ cada sábado, y el volumen de personas que acuden corroboran este dato.

Niu BCN. Espacios alternativos

Foto: Niu

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Espacios alternativos

Mucho menos masificado, aunque tremendamente artístico, es el espacio Ulls Blaus, un hub creativo de artesanía y reciclaje donde todo, o casi, tiene cabida aquí (no hay que perderse una visita al inodoro). Los viernes por la noche el local alcanza su máximo apogeo con artistas visuales emergentes o música en directo que llenan, aún más, de vida esta galería. No muy lejos de aquí está NIU, otro espacio alternativo de arte múltiple para artistas futuros donde la música electrónica es la norma, pero todo es posible, salvo comer, aunque sí se puede beber, claro.

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