Prohibido escalar el Uluru

Australia restringe el acceso a la cima del monte sagrado de los aborígenes a partir de octubre de 2019.

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El Uluru no se podrá escalar a partir de octubre 2019

El primer occidental en llegar y escalar el Uluru fue el explorador William Gosse en 1873. Desde entonces, son muchos los que lo han escalado, atraídos por las espectaculares vistas que hay desde su cima. El 26 de octubre entrará en vigor la restricción al acceso de la cumbre de Uluru, en pleno desierto rojo austrliano. La formación rocosa es uno de los iconos más famosos de Australia y recibe más de 100.000 visitas anualmente. 

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Uluru es uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad de Australia

El Uluru, también conocido como Ayers Rock, fue declarado en 1987 Patrimonio de la Humanidad junto al resto del Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta, en reconocimiento a su riqueza geológica y a su importancia cultural para los aborígenes australianos.

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El lugar sagrado de los aborígenes australianos

El Uluru es un lugar de un profundo significado espiritual para el pueblo aborigen de los anangu, uno de los colectivos humanos más antiguos del mundo. Los aborígenes lo consideran un lugar sagrado, el corazón de Australia, cuyo origen se remonta al tiempo mítico de la Creación. Es por ello que desde que el Uluru fue devuelto a sus propietarios tradicionales, reivindicaron la prohibición de escalarlo.

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Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta

En Parque Nacional donde se encuentra el Uluru se ubica en una zona de clima seco en el centro de Australia, a 460 kilómetros de la población más importante cercana, Alice Springs, que es la tercera ciudad más grande en el Territorio del Norte. El Uluru es una formación rocosa de areniscas de más de 384 metros de altura y con 9 kilómetros de contorno. Muy cerca del Uluru se encuentra otro monte sagrado: Kata Tjuta, o coloquialmente “Las Olgas", de forma pintoresca con sus 36 cimas. 

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El Uluru es conocido como la montaña roja de Australia

Que se prohíba la escalada a la cima del Uluru no acaba con su principal atractivo: sus colores cambiantes a lo largo del día, e incluso, de la época del año. La superficie de esta formación rocosa varía de color según la inclinación de los rayos solares. Sobre todo, es muy famosa su imagen al atardecer, cuando se vuelve de un color rojo brillante y uno entiende por qué es uno de los símbolos de Australia.

Con permiso de la Bahía de Sidney y de Los Doce Apóstoles, en la costa del Parque Nacional Port Campbell, el de Uluru es el paisaje más famoso de Australia. Ahora se anuncia que este lugar sagrado para los aborígenes no se podrá escalar a partir del 26 de octubre de 2019.

Viaje al centro de la cosmogonía aborigen

Tras la última señal que alerta de los canguros en la Lasseter Higway, y después de unos kilómetros más de paisajes áridos, de matorrales y arbusto desperdigados, aparece en el horizonte la gran formación rocosa. El Uluru, en el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, en pleno desierto rojo australiano, se encuentra a unos 450 kilómetros de Alice Springs, “una cuadrícula de calles abrasadoras” sin mayor interés cuando la visitó el escritor Bruce Chatwin, pero que hoy es la base turística desde la que viajar al lugar sagrado de los Anangu, como se conoce al grupo de aborígenes de la zona.

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Bruce Chatwin llegó a Australia por primera vez en 1983, convaleciente aún de una operación, para reponerse físicamente y para seguir documentando el proyecto de un libro sobre los nómadas. Su esposa, Elizabeth Chatwin, se alegró de la decisión que tomó el mítico escritor, “me alegro –escribió- de que se haya ido por fin, porque lleva años con esa obsesión”. A su vez, Bruce Chatwin describió su estancia en Australia como lo más parecido a estar en otro planeta, “lejísimos del resto del mundo”. La experiencia le valió para escribir Los trazos de la canción, quizá su mejor libro.

El libro Los trazos de la canción describe el viaje del autor al encuentro de los mitos aborígenes, un conjunto de leyendas que se transmiten oralmente y que explican los orígenes y la profunda relación que tienen estos con la naturaleza. Los mitos explican el Altjeringa, “El Tiempo del Sueño”, como una época en la que seres ancestrales deambularon por el continente creando todo lo que existe al cantar el nombre lo que se les cruzaba por delante, ya fueran animales, plantas o rocas. Ese deambular originó la existencia de un laberinto de senderos invisibles que cruzan Australia: son “los trazos de la canción”.

Se prohíbe escalar el Uluru

El Urulu es clave en la cosmogonía de los aborígenes australianos y por ello lo consideran un lugar sagrado. Para Sally Barnes, directora de los Parques Nacionales del país, la formación rocasa tiene un profundo significado cultural que, en cierta forma, representa el corazón espiritual de Australia. El caso es que ese corazón espiritual es escalado por miles de turistas cada año, a pesar de que los Anangu, sus propietarios tradicionales, reclaman desde 1985 la restricción del acceso a la cima del Uluru. Para los aborígenes, perder la canción es perder todo.

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El anuncio, que se espera sea efectivo a partir del 26 de octubre de 2019, llega en un momento en el que el Uluru, con más de 100.000 visitantes anuales según fuentes del propio Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, corría el riesgo de convertirse en un parque de atracciones. La importante medida no significa que se prohíba el acceso al lugar sagrado, sólo la escalada hasta la cumbre, que era una atracción turística debido a las impresionantes vistas que se tienen desde ella. Sammy Wilson, uno de los propietarios tradicionales, y director del parque, dejó claro que siguen dando la bienvenida a todos los visitantes.

Eso sí, a partir de octubre de 2019 el visitante deberá contentarse con ver el Uluru sólo desde abajo, sin pisarlo, y disfrutar de lo cambiante de sus colores desde los miradores, o hacer senderismo, o visitar los lugares acondicionados con arte rupestre y otros lugares sagrados. De todas formas, sigue siendo un buen plan.