Este proyecto que iniciaron en el 1964 el promotor Gaietà Bori Tallada y el constructor Josep Maria Fortuny Rodríguez partía de la idea de edificar un barrio que recreara un ambiente marino. Sin embargo, entre las casas de pequeños apartamentos de dos y tres plantas que se finalizaron ocho años después también hay referencias a otros lugares de España y del Mediterráneo, que hacen del lugar un enclave coqueto y mágico que es conocido popularmente como “Pueblo español”.

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Rejas y puertas de hierro forjado, piedra de la cantera romana del Mèdol de Tarragona en pilares, balaustradas y apliques de fachadas, los marcos de las ventanas recuperados de antiguas masías y casas abandonadas restaurados por el artista Pep Gasol, los colores vivos que decoran las viviendas y el blanco que le caracteriza componen la postal del lugar.
En la construcción de Sant Roc de Gaietà también se incluyó un Club Marítimo, que más tarde fue reformado para convertirse en el Centre Cívic La Roca Foradada. Su puerta es una réplica de la Iglesia de San Pedro de Ávila, y el interior se ha habilitado como galería de arte y sala de actos, además de albergar el Museo de la Radio de Luis del Olmo y el Espai Jujol, dedicado al artista Josep M, Jujol i Gibert. Su interior es muy pintoresco, pues sus columnas son de madera, sus ventanas tienen vidrieras y su escalera doble le da un carácter señorial.

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Otro de los rincones más bonitos del Roc de Sant Gaietà es el Claustro Románico, con vigas, puertas y tejas antiguas, donde se esconde una escultura mural de Philippe Lavaill, Las Tres Marías. No se queda atrás la Puerta Mora, de estilo islámico y rodeada de elementos mudéjares y edificios del mismo corte que traen recuerdos de la Alhambra de Granada. Importante fijarse en la inscripción árabe que se oculta en la parte posterior.
El Pasaje de Arcos busca trasladar al visitante a la Costa Esmeralda, en el norte de la isla italiana de Cerdeña, y en la plaza Gaietà Bori Tallada se alza un edificio de estilo gótico cuya escalera es una réplica de la del edificio de la Generalitat de Cataluña, en Barcelona.

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Un patio sevillano con baldosas sobre las que se puede ver la imagen del Jesús del Gran Poder, un torreón “medieval” junto a una fachada que imita a las de norte de España o balcones típicos de Castilla son otros de los elementos que pueden verse en un paseo por el lugar.
Para aprovechar el entorno, nada mejor que probar los helados de Cal Sisquet, subcampeón mundial de Heladeria, sentados junto a la roca foradada o tomando el sol en la pequeña playa de los Capellanes o en la playa de la Pallisseta. Otro plan es el de recorrer el camino de ronda hasta Torredembarra, una buena opción para desconectar y ver la Costa Daurada desde otra perspectiva.