Las procesiones y los actos religiosos se multiplican durante la Semana Santa por toda la geografía española. Sin embargo, hay lugares en los que el arraigo de la tradición se vive con mayor fervor e intensidad. Durante estos días, las hermandades y cofradías católicas desfilan por las calles de pueblos y ciudades portando a hombros imágenes religiosas ante la fascinación de los espectadores, que se suman a los pasos, las liturgias, las procesiones silenciosas, los cantos... En definitiva, a una semana llena de tradición y simbolismo marcado por el calvario, la muerte y la resurreción de Jesucristo.