Bandujo
Bandujo significa regresar a la Edad Media sin darse cuenta. Esta localidad de Proaza puede presumir de ser uno de los pueblos mejor conservados del entorno rural asturiano y de estar enclavado en un paraje excepcional: el Valle del Oso, que alberga una de las últimas poblaciones de Oso Pardo de España. Tras cruzar este paraje natural, Bandujo se recoge entre castañales, praos, peñas y albañales y, una vez en su interior, la Torre de Tuñón, la iglesia de Santa María y el Palacio son los narradores incansable de su historia, como también lo son los barrios de La Molina, el Palacio, Entelaiglesia, la Reguera, el Campal y el Tora, que atesoran hórreos antiguos, un viejo lavadero y casas de piedra que conviven con el desnivel característico del pueblo, encaramado en una cresta en forma de herradura.